Patricia Bezunartea: directora general de Diversidad Familiar y Derechos Sociales: «La empresa tiene en sus manos herramientas muy potentes para compensar desigualdades»

Los Premios Internacionales Empresa Saludable, Flexible y Sostenible, Premios SFS, celebran este año su cuarta edición de la mano del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Desde la Dirección General de Diversidad Familiar y Servicios Sociales de este Ministerio, el Gobierno de España reconoce el valor de esta iniciativa pionera que identifica las empresas que implantan un modelo integral de gestión de personas, con un alto impacto en el equilibrio de la vida profesional, familiar y personal.

Para conocer el valor que concede la Administración al papel de las empresas en el desarrollo de la corresponsabilidad y la conciliación, hoy entrevistamos a Patricia Bezunartea, directora general de Diversidad Familiar y Servicios Sociales de la Secretaría de Estado de Derechos Sociales. Diplomada en Trabajo Social y Licenciada en Antropología Social y Cultural, ha desempeñado diferentes puestos relacionados con los servicios sociales y la acción social, tanto en el sector privado como en el público. Su último empleo fue el de directora de Bienestar Social del Ayuntamiento de Móstoles (Madrid).

ORH.- Los Premios SFS reconocen las mejores prácticas empresariales en materia de salud, flexibilidad y sostenibilidad. ¿Qué impacto considera que tienen estas medidas en el cuidado y protección de los diferentes modelos de familia?

Patricia Bezunartea.- Teniendo en cuenta que el tiempo de trabajo ocupa la parte central del día a día de las personas trabajadoras que tienen responsabilidades familiares, el que las empresas ofrezcan entornos flexibles y atentos a las necesidades de sus empleados facilita enormemente la conciliación, ya sea por cuidado de menores, mayores o personas con discapacidad. Reconocer y premiar estas mejores prácticas empresariales permite difundir sus beneficios, tanto para empleados, como para las propias empresas. Además, siguiendo el ejemplo de las premiadas, serán cada vez más las empresas que las pongan en práctica, contribuyendo así a construir una sociedad más inclusiva, saludable y sostenible.

Integración laboral

ORH.- Uno de los retos de los servicios sociales es facilitar la integración de personas vulnerables o en riesgo de exclusión al mercado de trabajo. ¿Qué líneas de actuación desarrollan desde su dirección general en este sentido?

P.B.- Desde la Dirección General de Diversidad  Familiar y Servicios Sociales se promueven políticas de promoción y protección a las familias, de lucha contra la pobreza y la exclusión social y de promoción del tercer sector de acción social a través de diferentes actuaciones. Entre ellas se encuentra la coordinación de diversas Estrategias del Gobierno relacionadas con ello, como la de lucha contra la pobreza y la exclusión, la de lucha contra el sinhogarismo o la estrategia para la promoción, la igualdad y la participación del pueblo Gitano en España. También se realizan convocatorias de subvenciones al tercer sector de acción social para actividades de interés general, se promueven investigaciones y estudios y se coopera con las comunidades autónomas para reforzar los servicios sociales, entre otras medidas. Todo ello se aborda desde una perspectiva integral, en la que el acceso al empleo es uno de los factores de inclusión, pero no el único.

ORH.- Las empresas que participan en los premios trabajan en el ámbito de la sostenibilidad social promoviendo voluntariado y colaborando con ONGs. ¿Podría recomendarles alguna línea de trabajo que facilite los objetivos de su Dirección General?

P.B.- En este sentido destacaría dos ámbitos en los que estamos trabajando desde el conjunto de la Secretaría de Estado y que podrían ser objeto de colaboración entre el tercer sector y las empresas. Uno es la transición hacia un cambio de modelo centrado en las personas, de base comunitaria. Tenemos que ser capaces de avanzar en modelos de atención que permitan que las personas decidan sobre su propia vida, que vivan en su propio entorno cuando necesiten apoyos y cuidados y a través de los cuales mantengan el contacto con la comunidad. Esto afecta a muchos grupos de población que tienen un alto riesgo de institucionalización como son las personas mayores, las personas con discapacidad, la infancia o las personas sin hogar. El segundo ámbito es el de la innovación social; necesitamos probar nuevas formas de hacer las cosas o idear respuestas a nuevos retos, problemas sociales complejos que necesitan de todas las partes para buscar soluciones compartidas.

Ley de Familias y permisos por nacimiento

ORH.- La Ley de Familias, impulsada por su dirección general, supone un hito en el marco normativo. ¿Qué considera que es lo más innovador de esta Ley? ¿Cómo cree que afecta a las políticas de conciliación, protección de la maternidad etc, que desarrollan las empresas?

P.B.- La Ley de Familias será la primera norma de ámbito estatal que aborde la protección social y económica de las familias de forma integral. Hasta ahora solo contamos con normas sectoriales o referidas a determinados colectivos familiares, pero no teníamos un marco general de referencia para el conjunto de las familias. Este marco debe ser necesariamente inclusivo y acoger a toda la diversidad de modalidades de convivencia familiar que coexisten en nuestra sociedad, pero no solo es una ley de reconocimiento de la diversidad sino que pretende consolidar y mejorar la protección social y económica a todas las familias. En ese sentido, la problemática de la conciliación y la protección a la crianza son ejes básicos de la Ley. Se han ido produciendo múltiples avances en materia de permisos y adaptación de jornadas por razones familiares, mejorándolos y actualizándolos en línea con las directivas europeas, que habrá que seguir desarrollando en el marco de la Ley, por ejemplo en cuanto a la duración del permiso por nacimiento o la retribución del nuevo permiso parental.

ORH.- Desde su perspectiva de Familia, ¿Qué valor cree que aporta el teletrabajo desde el punto de vista de la conciliación? ¿Puede hacer una valoración en el caso de familias monoparentales?

 P.B.- El teletrabajo tuvo un gran desarrollo y una muy rápida implantación en muchas empresas para afrontar la pandemia, permitiendo mantener la actividad en un contexto tan complicado. Esa prueba a gran escala nos ha permitido valorar sus beneficios y sus limitaciones. Claramente, desde el punto de vista de la familia, la posibilidad de teletrabajar desde el lugar de residencia facilita la conciliación, siempre que se combine con medidas de flexibilidad. Si esto es así con carácter general, en el caso de las familias monoparentales, donde una única persona progenitora, normalmente la madre, asume en solitario las responsabilidades de cuidado y crianza de los hijos, la posibilidad de teletrabajar es aún más importante, pero no debe olvidarse que el trabajo es también una vía importante de socialización y un teletrabajo a tiempo completo puede provocar aislamiento y pérdida de oportunidades. Hay que buscar un equilibrio y saber adaptarse a las situaciones individuales.

ORH.- Lo social no debe estar reñido con lo económico. ¿Qué recomendaciones haría a las empresas para que contribuyeran de una manera más efectiva a la inclusión social? Desde su experiencia, ¿Qué beneficios considera que les aporta?

P.B.- Como decía antes, creo que los problemas actuales son lo suficientemente complejos como para que todas las partes tengan que estar involucradas en las soluciones. En ese sentido, la empresa tiene un papel fundamental como uno de los principales agentes sociales, que tiene en sus manos herramientas muy potentes para compensar desigualdades y dar oportunidades a las personas más desfavorecidas. Les pediría un esfuerzo solidario para construir una sociedad más justa, más cohesionada, con más oportunidades para todas las personas. Contar con un proyecto compartido y que mejore el bienestar colectivo es altamente positivo para todos, también para el tejido productivo y por extensión, para la sociedad en su conjunto.

El reto de cuidar la salud emocional

ORH.- En el ámbito de la salud, el bienestar emocional de los empleados es uno de los retos que han cobrado relieve desde la pandemia. ¿Qué acciones desarrollan desde su DG en el ámbito de las familias y los servicios sociales?

P.B.- Es cierto que hay una creciente demanda social de atención hacia los problemas de salud mental y bienestar emocional, que se refleja en problemáticas como la soledad no deseada o los datos de suicidio juvenil. Desde el Ministerio se están impulsando estrategias y planes para abordar estos temas. Específicamente, desde la Dirección General, promovemos políticas de acompañamiento social a las familias desde los servicios sociales y el ámbito comunitario para que puedan contar con los apoyos necesarios en momentos de necesidad y para reforzar su capacidad de resiliencia. Las políticas de apoyo a la parentalidad positiva van precisamente en esa línea de prevenir, orientar y capacitar a las familias para el ejercicio de sus responsabilidades de crianza, educación y cuidado, que incluye por supuesto la salud y el bienestar emocional.

ORH.- Este año, ¿Qué novedades están afrontando desde su DG?

P.B.- Desde luego la aprobación de la Ley de Familias (y otras prioridades legislativas de la dirección general), avanzar y consolidar el cambio de modelo iniciado en la pasada legislatura y desplegar las Estrategias que se han aprobado recientemente son nuestras principales prioridades para este año y los siguientes.