La nueva Ley europea de Inteligencia Artificial (IA) otorga un papel de garante de los derechos de los trabajadores a los comités de empresa a la hora de introducir herramientas de IA en la organización. ¿Están preparados los sindicatos para ejercer dicho rol? José Luis Fernández, director del Gabinete de Estudios de USO y miembro del Consejo Asesor de IA+Igual, explica cómo deben ‘trabajar’ con la IA a favor de los trabajadores partiendo de esta premisa: es mejor prevenir que curar.
Y es que, la Inteligencia Artificial es sinónimo de revolución en el mercado laboral ante la próxima automatización de muchas funciones en la empresa y la creación de otras nuevas. En este escenario, la cualificación de los trabajadores es clave para facilitar su adaptación al cambio y, por eso, en el sindicato USO han puesto el foco en la mejora de “la formación de los trabajadores para facilitar el desempeño que exige hoy el mercado”, explica José Luis Fernández, director del Gabinete de Estudios de USO y miembro del Consejo Asesor de IA+Igual.
El objetivo nuclear del sindicato es, y seguirá siendo, “poner a las personas en el epicentro de nuestra actividad, sin olvidar la dignidad de las personas y la del trabajo que realizan”, afirma el director general de Estudios de USO. Por eso, Fernández sigue con su escudo de defensa en el área de protección de datos para prevenir el daño irreversible que podría provocar un uso indebido de la información a la persona afectada.
La recomendación para los representantes de los trabajadores es que se formulen interrogantes como ¿Hay limite a los datos sobre las personas, que pueda acumular la IA? ¿Cómo accede a ellos? ¿Hasta qué punto una empresa puede acceder a conocer situaciones personales más allá de información estrictamente profesional?.
José Luis Fernández juega un papel clave en el Consejo Asesor de IA+Igual con su clara postura respecto a los retos del uso de algoritmos con datos de los trabajadores: “Es mejor prevenir que curar las consecuencias de la implantación de la inteligencia artificial en la empresa sobre los trabajadores”.
Formación e información: dos caras de la misma moneda
Mientras los sindicatos profundizan en las características y necesidades del sector productivo en plena transformación, la IA se ha convertido en una fuente de formación e información en el caso de USO:
- Información: una de las competencias de la representación legal de los trabajadores es “proporcionar información de los parámetros, reglas e instrucciones en los que se basan los algoritmos o sistemas de inteligencia artificial que afectan a la toma de decisiones que pueden incidir en las condiciones de trabajo, el acceso y mantenimiento del empleo, incluida la elaboración de perfiles” (E.T art. 64.4). Esto nos lleva también a plantear una formación específica en esta materia para intentar garantizar un uso adecuado y no discriminatorio de los algoritmos”. Además, “facilita el tratamiento del big data que afecta o pueden afectar a la empresa, aunque esa no sea su principal tarea”, subraya Fernández.
- Formación: es función clave de los sindicatos proporcionar herramientas para el análisis de los algoritmos, con el objetivo de ver si estos contienen en su aplicación sesgos conscientes o inconscientes y, por tanto, garantizar el principio de no discriminación. Esto tiene especial atención en los procesos de recursos humanos, organización del trabajo, etc.
La Inteligencia Artificial también está contribuyendo a modernizar las relaciones entre sindicato y trabajadores. Aunque sigue siendo clave la interacción directa entre el sindicato y la persona trabajadora, USO, por ejemplo, está inmerso en un plan de digitalización de sus estructuras y, en concreto, de los canales de comunicación. Aunque en ocasiones pasa desapercibido, detrás de la web, las redes sociales, etc., hay un fuerte componente de inteligencia artificial.