La reducción de la jornada laboral semanal despierta numerosas dudas y más cuando se detiene la mirada en su impacto sobre la productividad del país. El director general de ManpowerGroup, Francisco Ribeiro, advirtió recientemente sobre la estrecha conexión entre ambas variables y, por ello, mostró sus dudas acerca de la idoneidad de la medida en un país como España que si por algo destaca es precisamente por sus bajos niveles de productividad.
Como muestra de ese impacto directo en la productividad, el director general de ManpowerGroup puso como ejemplo el caso de Francia, donde los niveles de productividad cayeron tras la aplicación de la reducción de jornada, provocando una pérdida de relevancia económica al país. Y sin mostrarse contrario a la aplicación de esta medida, sí que incidió en la necesidad de sopesar bien sus implicaciones y, sobre todo, tomar el ejemplo de países que tienen una madurez y experiencia ya en su aplicación.
Durante un reciente encuentro con medios, Francisco Ribeiro hizo un repaso a los grandes retos que tiene el mercado laboral español. Y además de esa mejora de la productividad, puso el foco en el desajuste del talento, recordando que 8 de cada 10 empresas afirman tener dificultades para incorporar a los profesionales que necesitan, y en el “preocupante nivel de desempleo de los mayores de 45 años: más de un millón de desempleados en España tiene más de 45 años frente a 500.000 que son menores de 25 años”.
La implantación de la IA en los entornos empresariales es otro de los grandes retos, a juicio de este experto, según el cual, será la principal causante de transformación de los empleos en los próximos 5 años. A este respecto, mostró su optimismo en cuanto a la aplicación de esta tecnología. En concreto, en el ámbito de selección, Ribeiro explicó que “la IA nos ayudará a encontrar a la persona más adecuada para cada puesto porque multiplicará nuestra capacidad para analizar perfiles y esto contribuirá a reducir el desajuste de talento”. Y también defendió que “la IA nos tiene que ayudar a reducir sesgos -de edad, género…- en la selección de personas y así mejorar también los datos de desajuste de talento”.
Eso sí, en tanto en cuanto la digitalización puede aumentar la competitividad y la productividad de empleados y empresas, esta transición, aseguró, “será un fracaso si no va acompasada de la formación de profesionales”. Opinión compartida por Vicenç Álvaro, director de Marketing y de Estrategia de Candidato de ManpowerGroup, quién añadió que la capacidad de adaptación de los profesionales es cada vez más relevante: “El 65% de los empleados tendrá que formarse, pues la IA, lejos de destruir empleo, modificará sustancialmente la gran mayoría de los puestos y de las tareas que desempeñaban hasta ahora”.
Francisco Ribeiro incidió en la necesidad del cambio del modelo productivo y también en una mayor escucha y cooperación de la parte política con la parte privada.
Respecto a 2024, explicó que será un año positivo desde el punto de vista del empleo, aunque no se alcanzan los niveles de contratación de 2023.