La prolija regulación y las cuestiones reputacionales en el sector de servicios financieros están teniendo un fuerte impacto en la capacidad de retener a los mejores profesionales. Por ejemplo, la limitación a la retribución variable introducida por la directiva europea denominada CRD IV1[1] para aquellos empleados cuyas actividades pueden tener un impacto significativo en el perfil de riesgo de la entidad supone una desventaja competitiva muy significativa respecto a entidades norteamericanas o asiáticas que pueden mantener sus políticas retributivas diseñadas en función de las necesidades del negocio. Además, este tipo de limitaciones están teniendo consecuencias imprevistas sobre cómo los profesionales están enfocando sus carreras a nivel geográfico.
Cristina Martín, Consultora Senior de Towers Watson
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