Cómo planificar los escenarios cuantitativos y cualitativos de la jubilación

Más allá de lo que podamos acordar en nuestro paquete de retribución flexible, la planificación de la jubilación debe un proceso tan personalizado como lo ha sido anteriormente la negociación del paquete retributivo. Primero con nosotros como único interlocutor y quizá después con un asesor financiero, hemos de anticipar escenarios futuros con elementos que conocemos (el aumento de la longevidad y el agotamiento del sistema nacional de previsión social) y otros que desconocemos (las condiciones físicas y mentales con las que nos haremos mayores), para para organizar las condiciones financieras de nuestro retiro. El estudio «Retirement planning: a comprehensive aproach», del profesor del IESE Javier Estrada, plantea el desafío creciente que enfrentan individuos y profesionales financieros ante la necesidad de una planificación de jubilación sólida, integral y adaptativa.
La edad para permanecer laboralmente activos se alarga pero también la esperanza de vida, y la calidad de ésta va a tener una relación directa con los ahorros que hayamos sido capaces de generar. Puede que los primeros años de la jubilación sean los del disfrute de la libertad por largo tiempo soñada, pero antes o después y salvo que nos quedemos por el camino, llegarán los achaques y la necesidad de ayuda. Basta mirar los costes de la atención domiciliaria a las personas mayores o de los tratamientos médicos intensivos pra darnos cuenta de que el futuro no se presenta ni fácil ni barato.
El estudio del profesor Estrada parte de los cuatro elementos que definen el contexto y la problemática actual:
- Aumento de la longevidad, sostenimiento paralelo del ahorro y riesgo de supervivencia financiera.
- Desplazamiento de la responsabilidad del empleador al individuo y transición del sistema de beneficios definidos al de contribuciones definidas, al desplazarse la responsabilidad del empleador al individuo. Mayor necesidad de educación y planificación financiera personalizada.
- Inestabilidad del sistema de pensiones públicas, problemas de sostenibilidad fiscal y de ingresos a futuro.
- Inflación, incertidumbre del mercado, variabilidad de los retornos y cambios macroeconómicos que afectan directamente la suficiencia de los planes de retiro.
El informe ofrece un marco sistemático, práctico y técnico para ayudar a construir, monitorear y ajustar un plan de jubilación robusto. Para ello propone tener en consideración tanto los aspectos cuantitativos:
- La evaluación financiera cuantitativa.
- El análisis de riesgos.
- Las estrategias fiscales.
Como los cualitativos:
- Los factores psicológicos.
- Los hábitos de consumo actuales y el estilo de vida deseado, incluyendo la localización.
- La salud física y mental.
- Las relaciones familiares y sociales.
- El propósito y sentido de vida post-retiro.
El informe se distancia de las soluciones simplistas, como las reglas genéricas del tipo «ahorre el 10% del ingreso», y promueve un proceso personalizado, anclado en las circunstancias, metas y riesgos únicos de cada persona.
El proceso personalizado para una planificación integral de la jubilación que propone Javier Estrada se estructura en 10 pasos y se fundamenta en prácticas de planificación financiera certificada (CFP), en la evidencia empírica y en modelos de simulación y optimización financiera. Se presenta como una guía práctica que puede ser escalada tanto para individuos con necesidades básicas como para casos complejos de planificación patrimonial.
- Establecer metas de jubilación definiendo objetivos concretos tanto cuantitativos (edad de retiro, ingreso deseado) como cualitativos (estilo de vida, lugar de residencia, actividades), teniendo en cuenta la variable «importancia». En el este paso se pueden utilizar herramientas como los cuestionarios de metas, los modelos de proyección y las entrevistas personales si nos ponemos en manos de un asesor financiero.
- Evaluar el estado financiero actual, haciendo un inventario detallado de activos, pasivos, ingresos y gastos actuales. Este paso ayuda a calcular la brecha entre la situación financiera actual y la deseada para la jubilación y ha de incluir los estados financieros personales, el análisis de flujos de caja y los ratios financieros. Ello ayudará a identificar la capacidad de ahorro y los hábitos de gasto.
- Proyectar necesidades futuras de ingresos, con cálculos anuales, a partir de la información de los pasos anteriores, incluyendo gastos básicos, médicos, viajes, inflación y longevidad. En este paso habrá que tener en cuenta los supuestos de inflación, las tasas de retorno y distintos escenarios de longevidad, así como adoptar un enfoque técnico de estimación de ingresos reales ajustados por inflación (RAI).
- Analizar todas las fuentes de posibles ingresos durante la jubilación como:
- Seguridad Social.
- Pensiones públicas o privadas.
- Ahorros e inversiones.
- Rentas vitalicias.
- Propiedades de renta.
Este análisis se centra en la diversificación de flujos y su sostenibilidad a lo largo del tiempo.
- Calcular las brechas de ahorro, determinando la diferencia entre los ingresos proyectados y los ingresos disponibles. Ello permite establecer cuánto más debe ahorrar el individuo para alcanzar su meta de jubilación. Utilizando, por ejemplo, el método de análisis de brecha de capital (Capital Shortfall Analysis) se podrá identificar la tasa de ahorro necesaria o requerimiento de retorno.
- Desarrollar estrategias de acumulación diseñando una cartera de inversión adecuada al perfil, su horizonte temporal y tolerancia al riesgo, para maximizar el capital de jubilación durante los años de trabajo. Para ello se pueden utilizar distintas estrategias:
- Diversificación de activos (acciones, bonos, bienes raíces).
- Gestión activa o pasiva.
- Vehículos fiscales eficientes (IRAs, 401(k), fondos indexados).
- Integrar los factores fiscales para minimizar la carga tributaria durante la acumulación y distribución del patrimonio. para ello hay que tener en cuenta aspectos como:
- El diferimiento fiscal.
- El retiro eficiente de cuentas imponibles y no imponibles.
- La planificación del legado.
- Diseñar estrategias de distribución para saber cómo se utilizarán los fondos una vez iniciada la jubilación, priorizando la sostenibilidad del patrimonio y la estabilidad del flujo de ingresos. Los modelos aplicables pueden ser:
- La regla del 4%.
- El retiro dinámico ajustado.
- El bucketing (segmentación temporal de fondos).
- Prepararse para eventos inesperados, incluyendo la gestión del riesgo mediante seguros y planificación para eventos no previstos como:
- Las emergencias médicas.
- La longevidad extrema.
- El fallecimiento del cónyuge.
- El mercado bajista en el retiro temprano
Las herramientas que tendremos que manejar son los seguros de vida, las de cuidados a largo plazo y los testamentos.
- Monitorear y ajustar el plan. El plan de jubilación no es estático y requiere de revisiones regulares ante cambios personales, económicos o legales. El profesor recomienda hacerlo anualmente o tras eventos significativos, utilizando rebalanceando la cartera, ajustando las metas y actualizando las estrategias fiscales.