En la última década, las empresas han avanzado en la búsqueda de una propuesta de valor atractiva para el empleado que ayude a atraer y retener el talento. Las grandes compañías ofrecen catálogos de servicios, ayudas económicas y beneficios extrasalariales muy variados en un intento por diferenciarse de la competencia. Medianas y pequeñas empresas, con menos recursos, recurren a la creatividad con el mismo fin. Pero, ¿esta oferta es eficiente? ¿Qué es lo que más valora el empleado? El esfuerzo realizado, ¿consigue los resultados esperados? Los empleados, ¿aprueban o suspenden la propuesta de valor? ¿Qué papel juegan el bienestar y la flexibilidad en la experiencia empleado?
La complejidad de la propuesta de valor al empleado se construye en la actualidad en torno a tres grandes ejes: Bienestar, flexibilidad y sostenibilidad. En el ámbito del bienestar, se incluyen las dimensiones salud física, emocional, psicológica y financiera, que se trabajan incluyendo en la oferta beneficios diferenciados.
En el ámbito del bienestar físico y emocional, se incluyen cada vez más acciones relacionadas con el asesoramiento y la formación en nutrición y sus patologías asociadas: campañas de buenos hábitos (ejercicio, alimentación, tabaquismo) y se complementa con servicios de fisioterapia, gimnasio, yoga, pilates… Además, el seguro médico sigue siendo el recurso más valorado por los empleados.
En el ámbito del psicológico, desde la pandemia se han generalizado los servicios de apoyo psicológico. Los servicios online se extienden además al entorno familiar de los empleados. Sin embargo, la propuesta de valor se ha quedado estancada en este tipo de servicios que, por otro lado, no tienen gran aceptación.
En el entorno del bienestar financiero, son cada vez más las empresas que ofrecen servicios de asesoramiento para la economía familiar: análisis de los conceptos de las nóminas, de las facturas de suministros, asesoramiento en la gestión de seguros, hipotecas, productos de inversión.
En el ámbito de la flexibilidad, los márgenes horarios y el teletrabajo son los grandes favoritos. Los modelos híbridos en aquellos sectores en que es posible el trabajo híbrido mantienen este modelo como propuesta de valor no solo para las nuevas generaciones de empleados, sino para toda la plantilla. Aunque son cada vez menos las empresas que ofrecen el 100% de la jornada en remoto, hay todavía algunas compañías que lo utilizan para captar talento en el mercado global.
Por otro lado, a sostenibilidad social surge como una opción para atraer talento comprometido que se identifica con marcas que se preocupan por devolver a la sociedad parte de lo que reciben de ella. Acciones de voluntariado, donaciones, trabajo social y actividades relacionadas con el entorno local son algunas de las propuestas que incluyen cada vez más empresas, en su propuesta de valor.
Los empleados hablan
Pero, ¿Cuál es la respuesta de los empleados a este esfuerzo corporativo? Según un estudio difundido recientemente en el marco de los Premios Internacionales Empresa SFS (Salud, Flexibilidad y Sostenibilidad), los empleados están poco satisfechos con las políticas de bienestar emocional, flexibilidad y sostenibilidad social que las empresas ponen a su disposición dentro de su propuesta de valor. Sólo las políticas de bienestar físico están valoradas por encima de lo que la empresa estima.
Si analizamos la opinión de los empleados por tamaño de empresa, en las grandes compañías (más de 250 trabajadores) los empleados suspenden las políticas de bienestar emocional, flexibilidad y sostenibilidad. Sólo aprueban las políticas de bienestar físico y las de sostenibilidad. Lo mismo ocurre en el caso de las medianas (entre 50 y 249 trabajadores) donde las acciones más valoradas son las de sostenibilidad.
Los empleados de las pequeñas empresas son, por el contrario, los más satisfechos con la propuesta de valor que les ofrece sus respectivas compañías. Suspenden en bienestar físico, pero aprueban las políticas de bienestar emocional, flexibilidad y sostenibilidad que les ofrecen. Además, son las que mejor valoran los esfuerzos por construir una cultura corporativa que les sitúe en el centro del modelo de gestión.
Sectores: cuál aprueba y cuál suspende
Por sector de actividad, las empresas del ámbito del consumo y el retail, salud y servicios son las que más esfuerzos están haciendo a la hora de completar su oferta de valor al empleado. En el análisis de la oferta de productos y servicios que realizan son las que mejor puntación obtienen (8 sobre 10). Sin embargo, mientras que los empleados del sector salud si valoran el esfuerzo (7,2 puntos) los de consumo y retail no están tan satisfechos (6,1 puntos de media). Las empresas de tecnología, tradicionalmente muy bien posicionadas en todos los estudios, obtienen un 6,2 en el modelo SFS y sus empleados, apenas las aprueban con un 5 sobre 10.
Energía e industria y servicios se aproximan también al 7 en sus puntuaciones. Pero, ¿y sus empleados? En el caso de las empresas de servicios, los empleados están muy satisfechos puntuando a sus empresas por encima del 7. Sin embargo, en el sector industrial los empleados suspenden a sus empresas con un 4 sobre 10.
Sobre el estudio
El Informe Empresa SFS 2024 se ha realizado con la información recogida en las 41 empresas candidatas a los Premios SFS organizados por ORH y CVA, en colaboración con el Ministerio de Consumo, Derechos Sociales y Agenda 2030 y la Organización de Estados Iberoamericanos. Además, se han analizado un total de 2.819 encuestas realizadas a empleados.
Los premios SFS que han celebrado su cuarta edición, tienen el objetivo de detectar y difundir las mejores prácticas empresariales en la gestión del talento y analiza la propuesta de valor que las empresas ofrecen a sus empleado en tres ámbitos de estudio: salud, flexibilidad y sostenibilidad. En 2025, los Premios Internacionales SFS celebrarán su 5ª Edición.