¿Recuerdan ustedes a Daniel Goleman? Este psicólogo, periodista y escritor norteamericano se hizo famoso en 1995 tras publicar su libro «Emocional Intelligence» que se convirtió rápidamente en best seller. Goleman puso sobre la mesa la importancia que tenían en el desempeño profesional las habilidades soft, es decir, aquellas que no se corresponden con conocimientos académicos. Las habilidades de comunicación, trabajo en equipo, empatía o liderazgo debían tenerse en cuenta porque eran lo que diferenciaba a los empleados más exitosos, de los mediocres. En la actualidad, el avance vertiginoso de la tecnología está transformando la demanda de competencias de una manera acelerada. ¿Está su empresa preparada para los retos que plantea una economía basada en competencias?
Hasta ahora, había sido suficiente con definir las competencias necesarias para desarrollar una función dentro de la empresa y determinar qué candidatos tenían esas habilidades. La ventaja además, es que si las necesidades competenciales cambiaban, era posible ofrecer al empleado opciones de entrenamiento par desarrollarlas.
En pleno proceso de digitalización, con la irrupción de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial generativa y la complejidad de su uso en un entorno con escasa normativa, desconocimiento técnico y alto riesgo reputacional, las empresas necesitan más que nunca, estructurar un modelo de gestión por competencias. La diferencia es que las competencias necesarias cambian a gran velocidad y han ganado en complejidad. Para que un enfoque basado en habilidades tenga éxito, tanto las organizaciones como los individuos necesitan acceso a una amplia gama de competencias que se agrupan en cuatro categorías:
- Basadas en el rol
- Profesionales
- Comerciales (comunicación, liderazgo..)
- Técnicas
Cuando un profesional no tiene las habilidades necesarias para su desempeño a lo largo de los años, pierde la oportunidad de evolucionar en su carrera. Las organizaciones que no tienen capacidad para detectar las necesidades competenciales necesarias en las diferentes funciones de la organización; definir cómo se adecúa el perfil de su plantilla a esas necesidades y desarrollar a sus empleados para suplir esas carencias, irremediablemente se quedarán atrás. Por tanto, para tener éxito en la situación de cambio actual, las organizaciones deben aprovechar la ventaja que proporciona un modelo de gestión basado en competencias. Esta es una de las conclusiones del Informe de Tendencias Globales de Aprendizaje y Habilidades 2024, realizado por Udemy.
Según el informe, basado en los datos de la plataforma de formación de Udemy y las preferencia de sus 64 millones de usuarios, desde 2020 se ha incrementado la demanda de aprendizaje de habilidades, con inscripciones a cursos y alumnos que crecen año tras año.
Otro dato: Según Deloitte, el 85% de los ejecutivos de recursos humanos dicen que están planeando o considerando rediseñar la forma en que se organiza el trabajo para que las habilidades se puedan transferir de manera flexible a través del trabajo durante los próximos tres años.