Abordar el estrés es mucho más que trabajar la salud psicosocial, es una herramienta para favorecer la productividad a través del bienestar. Esta idea es el norte que los participantes en el webinar “Nuevos entornos de trabajo y riesgos psicosociales emergentes: cómo identificarlos y diseñar planes de acción” han querido señalar a las empresas que tienen -o se están planteando tener- una estrategia de actuación en materia de salud emocional en el trabajo.
La apertura de la sesión ha corrido a cargo de Luisa Montesinos, secretaria general del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo (IRSST) de la Comunidad de Madrid, quien ha enmarcado esta sesión en el ciclo de actividades formativo-informativas que este organismo está realizando en colaboración con ORH. Su objetivo: acompañar a las empresas en sus procesos de adaptación
La mesa redonda posterior estuvo integrada por Jorge López de Ávila, del Servicio de Intervención Psicosocial del IRSST; Fernando Toledano, mánager de Metodología y Análisis de Datos de Stimulus; Paula Carrozza, DRH del Grupo Martínez Hermanos; y Marta González del Río, del Área de Bienestar y Salud del Grupo Santalucía.
Todos ellos coincidieron en señalar 3 interrelaciones que condicionan la visión sobre la salud laboral, el teletrabajo y los riesgos psicosociales emergentes:
- La primera, es la relación inequívoca entre el tecnoestrés y la cultura de la innovación y en cómo ésta puede ser impulsada cuando los empleados se sienten con confianza en el manejo de las nuevas tecnologías. El problema actual es que la digitalización ha evidenciado la falta de competencias en muchos colectivos no sólo para utilizar herramientas de trabajo colaborativo, sino para asumir cambios en sus funciones enriquecidas con las TIC.
- La segunda es la relación, en esta ocasión perversa, entre la calidad del trabajo y la calidad social que se deriva del modo teletrabajo. ¿Se trabaja más y mejor? ¿Cómo afecta a la creatividad, a la relación entre los miembros del equipo y a la propia innovación la falta de socialización.
- Y la tercera es una relación que conviene analizar para afianzar un nuevo modelo de trabajo sostenible para la organización y para los empleados: el teletrabajo y el equilibrio de la vida personal y profesional. ¿Cómo de efectivos están siendo los protocolos de desconexión?
