Se avecinan cambios para los seguros de salud en general y como beneficio corporativo en particular. La sostenibilidad del sistema público de salud correlaciona directamente con la del modelo privado y éste enfrenta el futuro con un nuevo equilibrio tanto en el coste de las primas como en el valor del servicio y las fórmulas para ofrecerlo. Su valor percibido en las empresas sigue siendo el más alto en todos los segmentos de empleados, tanto en el marco de opciones flex o cuando son directamente asumidos por el empleador, pero mantener ese valor es un desafío que pasa por contemplar opciones de copago y coberturas personalizadas.
Laura Rodríguez, Corporate Business Manager en iSalud Corporate, y Aitziber Iriarte, Chief Marketing Office en Doctor i, han impartido el webinar El horizonte de los seguros de salud en el ámbito corporativo, en el que han detallado las conclusiones del informe del mismo nombre realizado conjuntamente con ORH y con la colaboración de Sagardoy Abogados. «En los últimos tres años -han explicado ambas- hemos visto un cambio significativo en el número de primas contratadas y una nueva tendencia de consumo de los servicios de salud, mucho más intensiva, lo que se traduce en una mayor siniestralidad y, por ende, en mayores costes para las aseguradoras y los centros asistenciales y en la consigueinte subida de las primas.
Tradicionalmente el precio de las primas de los seguros de salud se han establecido en base a cuatro variables:
- La siniestralidad.
- El incremento del coste de la vida (IPC).
- La edad del asegurado.
- Las coberturas.
Los datos evidencian su evolución alcista:
- El 25% de los españoles tienen contratado a día de hoy un seguro de salud (más de 14 millones de personas de los que 1,5 millones son funcionarios).
- En 2023 las contrataciones han crecido un 7% y en 2024 las primas han subido un 10%«.
«La saturación de la sanidad pública ha tenido un efecto boomerang hacia la sanidad privada y ello, junto con la inversión que las aseguradores y los grupos hospitalarios están haciendo en salud digital (telemedicina, dispositivos wearables, plataformas online) que, si bien mejora la eficiencia aún no han generado el retorno esperado, está provocando el incremento de la siniestralidad, un factor clave en la subida del coste de las pólizas», ha señalado Laura Rodríguez.
En el ámbito corporativo, Aitziber Iriarte ha revelado que “vivimos un auge de los planes de retribución flexible y como resultado el 80% de las empresas ofrecen seguro de salud a sus empleados. El seguro de salud sigue siendo el beneficio más valorado y la mayor sensibilización sobre el cuidado de la salud que tenemos tras la pandemia lo hace también el más demandado. Pero todo ello tiene un impacto en términos de costes, porque a la vez que democratiza el servicio también provoca mayor siniestralidad».
El panorama futuro del seguro de salud como beneficio corporativo no es ajeno a los retos que codicionan la sostenibilidad del sistema nacional de salud. La sensibilización del usario sobre un uso racional del servicio a través de políticas de comunicación que creen cultura de salud, junto con la personalización de la atención sanitaria vía salud digital, son parte de las estrategias en las que ya están trabajando las organizaciones y que recoge el informe aludido:
1️. Comunicación para crear cultura de bienestar. Las empresas han evolucionado del seguro de salud como beneficio aislado a una estrategia integral de bienestar. Sin embargo, la comunicación sigue siendo un desafío:
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- Se debe trasladar al empleado el valor real del seguro de salud en términos de prevención, acceso a la sanidad privada y uso eficiente de los recursos.
- Es clave alinear la comunicación interna con la estrategia de marca empleadora para mejorar el compromiso y la cultura organizativa.
- Recursos Humanos necesita potenciar su capacidad de comunicación interna para diferenciarse del marketing comercial y generar impacto real en los empleados.
2️. Cultura de salud para contener el coste de las primas. El aumento de la siniestralidad y la inversión en salud digital están impactando en el precio de las pólizas. Para hacer frente a este reto:
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- Las empresas deben fomentar la corresponsabilidad del empleado en el uso del seguro, promoviendo un consumo consciente de la sanidad privada.
- Es imprescindible integrar la gestión del bienestar corporativo con PRL, Mutuas y aseguradoras para optimizar costes y mejorar la salud de los trabajadores.
- Se deben explorar nuevas fórmulas como el copago o la racionalización de coberturas para equilibrar costes y sostenibilidad.
3. Planes flex para customizar la oferta. El talento demanda beneficios más ajustados a sus necesidades. Por ello, los seguros de salud corporativos deben evolucionar hacia modelos más flexibles:
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- Segmentar las plantillas para ofrecer opciones de seguros más adaptadas a los distintos perfiles de empleados.
- Equilibrar el modelo de financiación entre empresa y trabajador para garantizar accesibilidad sin comprometer la sostenibilidad.
- Aprovechar los planes flexibles para maximizar el valor percibido por el empleado y reforzar la propuesta de valor de la empresa.
Las empresas han disfrutado históricamente de economías de escala que les permitían negociar precios competitivos en los seguros colectivos. Sin embargo, el panorama está cambiando, y surgen tres grandes desafíos:
- Reequilibrar los precios sin perder el atractivo del seguro privado.
- Incorporar tecnologías que optimicen costes y eviten desplazamientos innecesarios.
- Integrar la estrategia de bienestar en la gestión de PRL, Mutuas y aseguradoras.
Además, las aseguradoras están trabajando en definir protocolos de calidad para los servicios digitales y en responder a una presión adicional: la actualización de las condiciones laborales del colectivo médico, que llevan tres décadas sin ajustarse al IPC.
La sostenibilidad del sistema privado de salud también discurrirá por las siguientes tendencias:
- El copago será cada vez más común.
- Las coberturas de las primas básicas se ajustarán.
- Habrá una mayor corresponsabilidad de empresas y empleados.
Y aquí es donde entra la cultura de salud. No se trata solo de ofrecer un seguro, sino de educar a los empleados sobre el uso racional de los recursos sanitarios. Es clave explicar cómo funciona el sistema de copago, sensibilizar sobre el coste real de consultas, pruebas y tratamientos, y promover hábitos preventivos para reducir la siniestralidad.