La escasez de talento se ha convertido en la pandemia de los recursos humanos del último lustro. Más allá de ser algo exclusivo de España, las dificultades para encontrar profesionales tienen lugar en todo el mundo. Según la última encuesta de SD Worx, cuatro de cada diez empresas europeas (43%) tienen problemas para atraer empleados.
Los motivos que nos han llevado a esta situación son ligeramente distintos en cada país. Sin embargo, hay ciertos puntos en común:
- Falta de perfiles que tengan las skills
- Falta de equilibrio entre oferta y demanda de según qué perfiles.
- La actitud de algunos candidatos.
- El envejecimiento de los profesionales de algunos sectores.
- La menor reserva de talento.
- Poco atractivo de algunas empresas.
Estos y otros factores hacen que el 49% de las empresas europeas no puedan desarrollar su actividad por falta de personal. En España, se encuentran en esta situación un 45,4% de las empresas, pero son las francesas son las que experimentan más dificultades con un 61%.
España tiene menos problemas de escasez de talento que la media europea
En España, la situación es algo mejor, ya que son un 38% las empresas que afirman tener problemas para atraer nuevos perfiles (frente al 43% europeo). Para un 25% de las empresas españolas también es complejo retener al personal actual.
Bélgica y los Países Bajos son los que peor lo tienen a este respecto. El 56% de sus organizaciones manifiesta dificultades para encontrar y atraer al talento. Les siguen Francia (51%), Alemania e Italia (45%). Todas ellas por encima de la media de Europa.
No obstante, los profesionales europeos del sector de los recursos humanos son optimistas con el futuro: un 39% cree que la situación mejorará en el futuro.
Formación como herramienta para solventar la situación
Aunque aún falta un poco de conciencia sobre las necesidades de cada uno, la tendencia es clara: los empleados son cada vez más conscientes de la importancia de la formación. Y, de hecho, un 48,4% de los empleados españoles consideran que tendrán que seguir formándose si quieren mantenerse atractivos en el mercado laboral, aunque la media europea se sitúa en el 39,7%. Algo que llama la atención es que esta conciencia disminuye con la edad, sobre todo a partir de los 55 años.
Las personas aprenden a través de su trabajo, ya sea de forma dirigida o no. Algo más de la mitad (51%) de los empleados europeos indican que desarrollan nuevas competencias a través de herramientas digitales. En el caso de los empleados españoles (55%) son, junto a Croacia (62%), Italia (61%), Finlandia (60%), e Irlanda (57%), los más propensos a utilizar el aprendizaje online para adquirir nuevas competencias en la práctica.
En este sentido, las empresas también tienen las herramientas y plataformas necesarias para facilitarlo: siete de cada diez tienen acceso a la tecnología necesaria para impartir formación digital. Casi la mitad (47%) de los empleados europeos prefiere aprender junto con otros (aprendizaje social), algo más que el 41% que prefiere las opciones de formación individual. También hay una mayor preferencia por el aprendizaje guiado por un experto, profesor o entrenador (54%) frente al aprendizaje no supervisado (34%).
Pese a todo, aún hay empresas que se resisten a formar a su plantilla
A pesar de la indiscutible importancia de la formación, una cuarta parte de las empresas encuestadas indican tener dificultades con lo que respecta a ésta, como el caso de las españolas (25%). Esto explicaría por qué la un 50,5% de los empleados españoles no ha asistido a ningún curso de formación en el último año.
Aunque llame la atención esta disonancia entre la teoría y la práctica, no a todos los empleados les importa: un 32,5% prefiere no hacer formaciones en su puesto de trabajo, pero la realidad es que al 67,5% sí le gustaría recibir al menos una, aunque no dispongan de mucho tiempo para hacerlo (42%). Por otro lado, un 31% afirman que son sus jefes quienes obstaculizan su desarrollo personal.
Veronik Van Loon, Central Lead at SD Worx Academy: «El aprendizaje permanente es muy importante, ya sea únicamente para actualizar conocimientos o también para desarrollar o mejorar las competencias interpersonales. Fomentar diversos talentos y habilidades entre el personal no sólo mejora su capacidad para seguir el ritmo de los cambios, sino que también beneficia a la empresa. La formación significa que el personal puede desplegarse de múltiples maneras, lo que da a las empresas la flexibilidad necesaria para responder a los constantes cambios sociales y tecnológicos con mayor facilidad. Al ofrecer al personal oportunidades de formación y desarrollo, las empresas también fomentan la movilidad interna y pueden aprovechar mejor el talento. Esto les da ventaja en la guerra por el talento».