¿Cómo medir la «nueva» productividad? Recurre al pensamiento sistémico

Maite Sáenz15 enero 20257min
productividad
Hay que repensar cómo medir la productividad pero ¿cómo? Ni el contexto, ni la tecnología ni el conocimiento son los mismos, como tampoco lo son los retos de la nueva competitividad tanto del negocio como del talento. No es una reflexión fácil, porque requiere de ese pensamiento sistémico que tanto se reclama como una capacidad crítica en el talento pero que ha de empezar por ser una competencia de los líderes primero y organizacional después.

 

Una investigación de Deloitte identifica cuatro conexiones que pueden contribuir a centrar la reflexión:

  1. La relación entre productividad y experiencia.
  2. La clave para impulsar la productividad.
  3. Diseño de palancas de productividad.
  4. El papel de la IA y la GenAI.

 

Tendencia 1: La productividad y la experiencia del empleado se amplifican mutuamente

Lo habitual es decir que los empleados que son más felices en el trabajo son más productivos pero pocas veces nos atrevemos a decir que los empleados más productivos tienden a ser más felices en el trabajo. Si más del 80% de los trabajadores encuestados afirman que mejorar su experiencia laboral incrementaría su productividad y que los que están satisfechos con su experiencia en el trabajo son aproximadamente 2 veces más productivos que los que no, el efecto boomerang es fácil de deducir. De ahí que una de las variables a tener en cuenta en la ecuación de la nueva productividad sea la de mejorar tres componentes de la experiencia de la fuerza laboral:

  • en el bienestar de los empleados,
  • en el trabajo que realizan
  • y en el lugar en el que trabajan.

 

Tendencia 2: Gestionar más allá del trabajo

Cómo se trabaja es más importante que el trabajo en sí porque define la relación que se establece con él. Dimensiones como la distribución del tiempo de trabajo, la flexibilidad, la relación con el equipo y el líder, la autonomía, etc., contribuyen a configurar el bienestar del empleado, condicionando la ejecución de las tareas, su calidad y, por lo tanto, la productividad adyacente. Tanto es así que el 84% de los trabajadores encuestados dicen que serían más productivos en el trabajo si pudieran estructurar su jornada laboral en función de sus preferencias de estilo de trabajo. Ello nos lleva a una segunda variable en la ecuación, la del bienestar a través de:

  • Trabajar sobre el trabajo, haciéndolo más eficiente a través de la tecnología (IA y GenAI) y elevando el grado de contribución con tareas más sustanciales.
  • Enlazar a las personas con la cultura, construyendo relaciones significativas a través de los distintos momentos de la experiencia del empleado: el aprendizaje, el desarrollo, la evaluación, el trabajo en equipo, etc.
  • Entender las dimensiones del bienestar, haciendo de ellas una experiencia transversal en la experiencia del empleado que se vincule con objetivos de productividad a través de su impacto holístico en él (que se vehicule en sentido holístico (físico, emocional, financiero y social).

 

Tendencia 3: Los cambios en la fuerza laboral deben guiar el diseño de la palanca de productividad

Los mecanismos que las organizaciones pueden utilizar para influir en la productividad no son universalmente aplicables en todas las organizaciones como tampoco lo son a todos los ciclos económicos y a su reflejo en la composición y expectativas de la fuerza laboral. La experimentación, el pilotaje y la innovación son sus compañeros de viaje necesarios para que la hoja de ruta de la productividad ayude a mantener el rumbo.

Para comenzar a comprender qué palancas de productividad son los adecuados es necesario comprender las barreras de productividad que comúnmente obstaculizan la productividad de los trabajadores:

  • La principal barrera de productividad en todos los segmentos de la fuerza laboral (53% de los trabajadores) es la interrupción.
  • Los trabajadores menos productivos tienen aproximadamente 2 veces más probabilidades de encontrar una mala comunicación por parte de sus colegas y líderes como una barrera de productividad principal.
  • Los trabajadores moderadamente productivos son significativamente más propensos a experimentar distracciones en el lugar de trabajo y herramientas digitales inadecuadas como barreras de productividad.

Teniendo esto en cuenta podemos diseñar palancas de productividad en tres ámbitos:

  • En la forma de trabajar, implementando cambios en las formas de trabajar (con y sin IA) para ayudar a reducir las interrupciones, los problemas de comunicación sobre las expectativas de las tareas y las reuniones excesivas.
  • En el lugar de trabajo, estableciendo procesos y normas que ayuden a mitigar las distracciones.
  • En las herramientas de trabajo, recurriendo a las tecnologías digitales que permitan elevar la productividad de «buena» a «excelente».

 

Tendencia 4: La IA/GenAI debe utilizarse para liberar el potencial individual

La mayoría de los estudios realizados hasta la fecha por Universidades y grandes consultoras revelan que la adopción de la IA es cuestión de confianza, y que ésta se gana a medida que incrementa su uso y se aprecia su valor de ayuda y no de estorbo. Por eso es fundamental evolucionar el concepto de desarrollo profesional aumentado con la IA y la GEnAI, y ser capaz de ver su impacto en la satisfacción y la productividad. Esta es la nueva ruta para maximizar el potencial individual.  más significativo, las organizaciones pueden maximizar el potencial individual.


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