Las iniciativas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) están ganando terreno en las estrategias empresariales a nivel global. Este marco no solo busca fomentar prácticas sostenibles y éticas, sino también consolidar la confianza de inversores y consumidores. Sin embargo, para muchas empresas, especialmente en España, la implementación de estas políticas presenta desafíos significativos, principalmente relacionados con los costes y la coordinación interna.
El informe «Sinergias entre Finanzas y el resto de la empresa«, elaborado por la plataforma de gestión de gastos Pleo, destaca que un 59% de las empresas españolas perciben el gasto socialmente responsable como inviable debido a sus elevados costes. Esta percepción contrasta con el hecho de que el 68% de las empresas reconoce la importancia crítica de las iniciativas ESG para competir en un mercado cada vez más enfocado en la sostenibilidad.
Además, un 76% de las organizaciones considera los informes ESG un paso esencial para mejorar su impacto ético y sostenible, pero los recursos limitados y las presiones presupuestarias dificultan su adopción.
Según Deloitte, el 95% de las grandes empresas en España incrementaron su inversión en sostenibilidad el último año, enfrentándose a importantes retos como altos costes, necesidad de apoyo financiero y la complejidad de adaptar sus operaciones.
Con la obligatoriedad de presentar informes ESG en 2025, las empresas se ven presionadas a encontrar soluciones viables que equilibren sostenibilidad y estabilidad financiera. El informe de Pleo advierte que las tensiones presupuestarias podrían limitar la capacidad de las empresas para cumplir con estas normativas sin comprometer su crecimiento o innovación.
Colaboración interna: clave para superar los desafíos
Más allá de los costes, el temor a perder impulso empresarial representa otro obstáculo significativo. En un contexto económico complicado, marcado por recortes presupuestarios en un 84% de las empresas durante los últimos 18 meses, casi la mitad (48%) asegura que sus ambiciones han crecido. Este escenario dificulta la reorientación hacia estrategias sostenibles.
Para avanzar, la colaboración entre departamentos, especialmente entre finanzas y otras áreas, resulta crucial.
Un 70% de los directivos considera que una mejor perspectiva y trabajo conjunto habría permitido decisiones de gasto más efectivas, según el informe.
Asimismo, un 74% cree que la coordinación interdepartamental puede convertir a su empresa en una organización más exitosa.
El director financiero como líder del cambio
El papel del director financiero (CFO) se ha transformado, convirtiéndose en un catalizador esencial para las estrategias ESG. Además de garantizar la viabilidad económica de estas iniciativas, los CFO deben integrarlas en la estrategia empresarial, alineando sostenibilidad y creación de valor. Sin embargo, persisten barreras.
El 65% de los encuestados admite que trabajar con equipos financieros genera tensiones, lo que afecta la colaboración y la eficacia de las decisiones.
Para superar este reto, los CFO deben fomentar una cultura de confianza y habilidades interpersonales que faciliten una interacción fluida con otros departamentos.
Álvaro Dexeus, Director General de Pleo para el Sur de Europa, comenta: : “Nuestro Informe “Sinergias entre Finanzas y el resto de la empresa” pone de relieve que, aunque las empresas comprenden la importancia del gasto socialmente responsable, les cuesta conciliarlo con las presiones financieras inmediatas. La cruda realidad es que, para algunos, la sostenibilidad y el impacto social pueden suponer una distracción. Para que las prioridades en materia ESG asciendan en la agenda empresarial, es esencial un cambio de mentalidad.
Con una visión clara y colaboración interna, las empresas pueden superar estos desafíos y convertir la sostenibilidad en una ventaja competitiva.