En plena campaña del impuesto del IRPF, todos andamos analizando si lo que pagamos en impuestos, tiene de verdad un retorno en materia de estado del bienestar. Según datos de la Agencia Tributaria, en la campaña de 2022 se recaudaron un total de 255.463 millones de euros en impuestos, lo que significó un incremento del 14,4% respecto a la cifra registrada en 2021. De estos, 109.485 millones provenían del IRPF. En esa misma campaña, 7,4 millones de declarantes marcaron la X entregando a causa social un total de 320 millones de euros. España es solidaria. Y así se cierra el círculo de la sostenibilidad, también en las empresas.
No cabe duda de que los españoles tenemos conciencia solidaria. Por esta razón, y en vista de la la necesidad que tienen las empresas de seguir avanzando hacia un modelo de organización responsable, es cada vez más común trabajar la denominada «sostenibilidad social».
El concepto de base es devolver a la sociedad parte de lo que la empresa recibe de ella. Una vez que se la organización ha creado un marco de bienestar físico y emocional, ha generado un modelo de organización del trabajo flexible y cuenta con una cultura que sitúa a la persona en el centro de la organización, el siguiente paso es ir más allá y emprender acciones que repercutan positivamente en las familias de los empleados y en el entorno social donde desarrollan su vida familiar y personal.
Estado de información no financiera
Si bien se siguen desarrollando campañas de colaboración internacional dando soporte a las grandes ONGs como Cruz Roja, Manos Unidas o Médicos sin Fronteras, cada vez tienen más éxito las acciones sociales que se centran en colectivos más pequeños pero próximos. Los problemas cercanos y la proximidad a colectivos vulnerables o personas en riesgo de exclusión; llevar a cabo acciones de alto impacto que además, se pueden «vivir» es una opción con un retorno más evidente para las organizaciones.
Las Memorias de Sostenibilidad o Estado de información no financiera (EINF) es un documento donde se exponen los impactos más significativos de una empresa desde el punto de vista económico, social y medioambiental. A partir de enero 2021, la Ley 11/2018 establece que deberán presentar estos informes aquellas sociedades que reúnan al menos dos de estas tres circunstancias: tener un activo superior a 20 millones de euros, un importe neto de la cifra anual de negocios de más de 40 millones o que el número de empleados supere los 250.
El Estado de Información No Financiera debe ser anexo al informe de gestión, o, si la empresa lo prefiere, puede presentarse por separado, pero siempre haciendo referencia de su inclusión en el informe de gestión y debe ser verificado por un tercero.
Los Premios SFS, que recogen en su proceso de candidaturas información sobre sostenibilidad social, son una herramienta de análisis de cómo se están haciendo las cosas dentro de una organización. En general, y en base a la información recogida desde 2021, las empresas están centrando sus esfuerzos en fomentar la solidaridad de sus empleados y crear espacios de colaboración solidaria con ONGs en los que los empleados, de forma voluntaria, puedan contribuir con tiempo (siempre en horario laboral) o económicamente (a través de donaciones). Las empresas por su parte, se encarga de organizar la selección de causas con las que colaborar, facilitan la disposición de tiempo de los empleados y suelen contribuir también económicamente.
Beneficios fiscales
Y como poderoso caballero es Don Dinero para todos aquellos que están preocupados por la cuestión pragmática o por cuánto tendrá que pagar este año en su declaración a Hacienda, le recordamos que ser solidario tiene premio.
Las donaciones realizadas en favor de entidades benéficas o sin ánimo de lucro presentan una serie de ventajas fiscales, que tienen por objetivo potenciar la colaboración del sector privado en la promoción de actividades sociales y culturales. En concreto, los donantes pueden acceder a una serie de deducciones fiscales como compensación por sus donativos, siempre que estos se realicen en favor de entidades sin ánimo de lucro que tenga por objeto social la realización de una labor social, cultural o científica relevante.
Potenciar la colaboración del sector privado con el social contribuye a mejorar el bien común y al mismo tiempo supone una estrategia inteligente para reducir la carga fiscal. Un todo a tener en cuenta ahora que Hacienda, también llama a su puerta. Si no lo ha tenido en cuenta para esta campaña, la del 2023 todavía le quedan seis meses, para ponerse manos a la obra de cara a la de 2024.