¿Te suena la frase “préstame atención”? Con ella estamos pidiéndole a alguien que ponga, por un tiempo, foco en algo que nosotros vamos a decir o a hacer y que queremos que comprenda. Y puesto que la pedimos prestada porque sabemos que no es nuestra, la deberíamos devolver enriquecida: primero, como muestra de agradecimiento, y segundo, por propio interés, para que más adelante tengan predisposición para volver a prestárnosla. Hoy la atención no es que sea escasa, es que es casi volátil; podríamos incluso decir que vivimos en la economía de la atención, porque mantenemos una feroz guerra para captar la materia prima por excelencia de nuestro tiempo. Se hace negocio con nuestra atención.
Podríamos definir la atención como la aplicación voluntaria de nuestro entendimiento a un objeto, persona, materia o información; de forma específica y sostenida durante un tiempo. Es el nuevo oro, la nueva piedra filosofal, nuestro “acero valirio”. Escasa, caprichosa y poderosa. Así es nuestra atención hoy.
Analicemos la atención desde 5 puntos de vista:
- En clave económico-social. Nuestra atención es consumida y devorada. ¿Qué “consume” nuestra atención? La respuesta es amplia y tan solo subrayo dos que creo relevantes y que, de no aplicar el pensamiento crítico, afectan en última instancia a la productividad de personas y empresas.
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- Consumo de lo nuevo, de la moda: Avidez y credulidad por la novedad sin cuestionar. Deseo de cambiar “lo viejo” (sin que sea obsoleto) por algo nuevo, dando como resultado un lucrativo consumo de productos y servicios.
- Consumo de la “multiopcionalidad”: Un frenesí variado de consumo de datos, información y experiencias que deriva en una gran dispersión de la atención. Tragamos a veces sin digerir.
- En clave filosófica. Nuestro cerebro es curioso, nuestra atención es caprichosa y errante. Por eso divagamos y sucumbimos a la pulsión de los diversos estímulos que nos llenan de dopamina y que, junto al famoso “multitask”, nos dan la falsa sensación de eficiencia. Frente a esta hipertrofia de la atención, tanto en niños como adolescentes y adultos, es imperativo trabajar nuestra capacidad atencional, que podría definirse como la capacidad de someter la atención a nuestra “voluntad de volver” a aquello a lo que en ese momento “debamos poner foco”, nos guste o no.
- En clave de talento. Existe otro consumo de la atención que afecta directamente al talento, en concreto a su desarrollo. El consumo del yo. El mito de Narciso, al que podemos dar dos lecturas.
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- El narcisismo individual. El talento no puede aprender y por tanto crecer con un consumo excesivo o único de nosotros mismos, del autorelato. El aprendizaje con otros, con el equipo es necesario para el crecimiento profesional.
- El narcisismo colectivo. La empresa, el equipo, necesita incorporar el talento multidisciplinar e incluso disonante en ideas para no caer en la autocomplacencia.
En ambos corremos el peligro de que, como Narciso, caigamos al estanque, embelesados por nuestra belleza.
- En clave artística. En este apartado dejamos pasar a las musas, en concreto a Calíope, musa de la poesía. Os dejo el poema “Quizás nos quedemos fijados en un pensamiento” del poeta y ensayista Roberto Juarroz. El verso final lo resume todo.
- En clave de humor. El humor nos libera porque nos permite reírnos de nosotros mismos. Haciendo un guiño al humorista Luis Piedrahita y a su libro “Cambiando muy poco algo pasa de estar bien escrito…” en el que crea 222 palabras únicas e inspiradoras. Dedico este espacio a crear, en este caso, un término para esta atención dispersa y convulsa. Voto por… «hipAtención”: hipo atencional, hipo-atención. Acción de hipar pensamientos y acciones. Movimiento convulsivo e itinerante de nuestra concentración que salta de una información a otra sin dejar poso.
- Ejemplo práctico: Sufrió un ataque de HipAtención, dicen que se pasó “escroleando”.
- Sugerencia en clave económico social: deja de ir como “el correcaminos” a nivel cognitivo, reduce tus opciones, elige, y exprime esa elección, esa experiencia, ese libro, esa película y profundiza, analiza, extrae conclusiones hazlo tuyo, hazlo único para ti.
- Sugerencia en clave filosófica: dedica a la semana el foco y algo de tiempo a algo que no te guste del todo, doblega tu voluntad, sácale los pros, busca lo que te aporta, un aprendizaje.
- Sugerencia en clave de talento: dedica un tiempo a la semana a escuchar y leer sin prejuicios a otros con los que no estás de acuerdo, a materias que te parecen irrelevantes o que no son tu foco de atención. Conecta esa información con tu particular BB.DD. Te sorprenderá los resultados cuando lo haces con cierta frecuencia.
- Sugerencia en clave artística: busca que dice, que piensa, que se ha escrito, pintado o cantado el mundo del arte sobre ese tema o problema que te ronda. Es puro alimento para tu creatividad.
- Sugerencia en clave de humor: convierte lo que te “saca de quicio” en un meme, una sátira, una palabra inventada, y ríete, libérate. Compártelo y ríete “con otros” Y luego ya buscamos soluciones…