Allá por 2005 Gallup identificó cuatro necesidades que las personas buscan en los líderes: esperanza, confianza, compasión y estabilidad. La historia de la humanidad constata su permanencia a lo largo de los siglos, sólo influida en el orden por las circunstancias predominantes del entorno. Veinte años después, una nueva investigación revalida estos resultados, incluso cuando lo que nos rodea es un escenario geopolítico, tecnológico y social complejo, acelerado y con curvas.
El estudio inicial logró desglosar cada una de las cuatro necesidades en una serie de atributos que se correspondían con las palabras clave aportadas por los encuestados para describir lo que líder, que elegían de entre un listado de tipos de la época, les aportaba a su vida diaria:
- Esperanza: La necesidad de sentirse positivo sobre el futuro y de que los líderes proporcionen una dirección clara.
- Confianza: La necesidad de honestidad, respeto e integridad.
- Compasión: La necesidad de sentirse cuidado y escuchado.
- Estabilidad: La necesidad de seguridad psicológica y cimientos seguros en tiempos de incertidumbre.
Fuente: Global Leadership Report: What followers want. Gallup, 2025.
La investigación actual sigue este mismo esquema pero actualizando tanto la muestra como la tipología de líderes que conforman el imaginario inspirador de los seguidores a fecha de hoy, con las celebridades a la cabeza del ranking y dos puestos por encima de los líderes empresariales:
Fuente: Global Leadership Report: What followers want. Gallup, 2025.
Lo que hoy buscamos en cualquier tipo de líder es, sobre todo, esperanza (56%), que traducimos en su capacidad para inspirarnos, en su visión y en su integridad personal, seguida de confianza (33%), compasión (7%) y estabilidad (4%). La radiografía es consistente en todo el mundo con ligeros matices, pero lo llamativo reside en los perfiles de la población: todos los grupos de edad prefieren la esperanza a la confianza, pero la brecha se reduce a medida que aumenta la edad. Así, mientras que el grupo entre 18 y 29 años de edad prima la esperanza (57%) casi el doble que la confianza (32%), los mayores de 75 años reducen sensiblemente la diferencia. ¿Las razones? El estudio no arroja nada concluyente salvo conjeturas obvias: puede ser que los primeros busquen inspiración y los segundos rigor en la toma de decisiones, o que los más jóvenes crean en que un mundo mejor es posible y los más mayores basen su escepticismo en la experiencia de vida.
Fuente: Global Leadership Report: What followers want. Gallup, 2025.
En cualquier caso, lo interesante de la investigación es que consigue correlacionar la autopercepción de todos los colectivos respecto de dichas cuatro necesidades y sus correspondientes atributos con los líderes que les influyen. O lo que es lo mismo, muestra un vínculo aparente entre la evaluación que una persona hace de su vida, esto es, cómo percibe su grado de bienestar, y la presencia de líderes positivos en su vida:
- El 33% de las personas que no asocian la esperanza con el líder que mencionan consideran su situación como prospera y el 9% como sufriente.
- Cuando se satisface la necesidad de esperanza, la prosperidad aumenta al 38% y el sufrimiento disminuye al 6%.
- La confianza es la segunda necesidad más frecuente (33%), pero parece tener un papel aditivo. Los seguidores que tienen un líder que inspira tanto confianza como esperanza tienen la misma probabilidad de prosperar o sufrir que aquellos con un líder que solo evoca esperanza.
- Sin embargo, cuando la esperanza se combina con la confianza y la estabilidad o la compasión, las tasas de prosperidad aumentan nuevamente (43% y 39%, respectivamente), y el sufrimiento disminuye (4% y 4%, respectivamente). El sufrimiento es mayor cuando hay poca esperanza y, aunque es relativamente raro, se reduce a medida que se satisfacen más necesidades de los seguidores.
Fuente: Global Leadership Report: What followers want. Gallup, 2025.
Si esto es así, cabe preguntarse si estamos enfocando correctamente los programas de bienestar corporativo o, mejor aún, si son la expresión del liderazgo que buscan nuestros empleados. ¿Sabemos en qué necesidad, esperanza, confianza, compasión o estabilidad, se encuentran? Los líderes empresariales compiten en inspiración con los influencers y los famosos, pero tienen mucho más al alcance de su mano convertir la experiencia laboral diaria en un contribuyente neto al bienestar individual.
Concentrándose su comportamiento en cuatro ejes:
- Personas:
- Construir relaciones y establecer conexiones con otros.
- Compartir ideas, lograr objetivos y generar confianza.
- Desarrollar a las personas y ayudarlas a ser más efectivas estableciendo expectativas claras, alentándolas y entrenándolas.
- Propósito:
- Inspirar a los demás a través de la positividad, la visión, la confianza y el reconocimiento.
- Comunicarse claramente compartiendo información de manera concisa con un propósito y estando abierto a escuchar.
- Decisiones:
- Liderar el cambio y los esfuerzos para adaptar el trabajo que se alinee con la nueva visión.
- Pensar críticamente sobre la información y buscar resolver problemas.
- Rendimiento: Crear responsabilidad responsabilizando a uno mismo y a los demás por el rendimiento.
Lo que las personas esperan de sus líderes tiende a ser consistente, incluso en medio del cambio.