“Una formación que no está bien dirigida es dinero tirado a la basura, provoca el desapego del usuario y nos hace perder una oportunidad de formar a los empleados”. Así de tajante comenzaba Ulises Cabanas, socio cofundador de 2Cilindros y experto en elearning y storylearning corporativo, nuestro webinar sobre Los pecados capitales del ‘elearning’ corporativo, pasando a enumerar después esos pecados con algunas pautas para ayudar a sortearlos.
Según Cabanas, 7 son los “pecados capitales que bien podrían estar cincelados en las tablas bíblicas del elearning corporativo del siglo XXI”. A saber:
- Falta de compromiso del usuario hacia su aprendizaje.
- Desfase entre lo que los empleados demandan y lo que finalmente reciben.
- Escasa participación de los empleados en la creación de contenidos formativos.
- Desconocimiento de las palancas que provocan el compromiso del usuario hacia su formación.
- Falta de personalización de los contenidos.
- No saber cómo hacer frente a la saturación de formaciones dentro de las corporaciones.
- Dificultades para medir los resultados de la formación.
Para sortearlos, lo primero –en su opinión– es “acabar con la idea de la formación impuesta”, consiguiendo que impacte la idea de que “dedicar tiempo a formarse es una fuente de crecimiento”. En este sentido, aconseja escuchar a los empleados para identificar cuál es la formación más adaptada a sus necesidades.
Partiendo de su experiencia, Cabanas asegura que los usuarios “demandan formaciones innovadoras, dinámicas interactivas e inmersivas, que les hagan pensar y supongan un reto”. Y apunta algunas herramientas, como el humor, que –en su opinión– puede ser una palanca para provocar el compromiso en el usuario, o la interactividad, que –dice– sirve para retar al usuario y hacer que piense. Eso sí, teniendo en cuenta siempre el para qué de esa formación, por lo que aconseja hacer un traje a medida de las necesidades de cada organización.
Para terminar, un último apunte de este experto: “la formación no es algo puntual, debe ser continua”. Quizá por eso prefiere fijar la vista en otra palabra del rico diccionario español: “APRENDIZAJE”.