Las nuevas tecnologías están revolucionando el ámbito laboral de formas que van más allá de la productividad o la eficiencia. En esta nueva era digital, uno de los cambios más prometedores es cómo la tecnología puede promover la inclusión de personas con discapacidad. Al integrar herramientas avanzadas como la Inteligencia Artificial, no solo se abren puertas a procesos más accesibles, sino que también se fomentan entornos laborales más heterogéneos y equitativos. La combinación de tecnología y diversidad tiene el potencial de generar soluciones innovadoras y garantizar que nadie quede atrás.
Las empresas, que deben ser partícipes y promotoras de estos avances en inclusión, pueden servirse de innovaciones como el teletrabajo, las plataformas de comunicación virtual o distintas adecuaciones tecnológicas que permitan a las personas con discapacidad formar parte de sus equipos, desempeñando roles profesionales desde cualquier lugar y con una mayor autonomía. Destacan también los sistemas de Inteligencia Artificial, que pueden favorecer la adaptación mediante herramientas de aprendizaje personalizadas, aplicaciones con capacidad para convertir automáticamente textos a formatos accesibles (braille, audio, lectura fácil…), creación de entornos de trabajo inteligentes, etc.
Un dato. El 72% de las empresas cree que la transformación digital y la IA impulsarán la contratación de las personas con discapacidad en España, según recoge el informe Tecnología y Discapacidad 2024 de la Fundación Adecco y Keysight Technologies Spain. Además, según este mismo informe, esta revolución digital representa, en sí misma, un nuevo nicho de empleo que impulsa la creación de nuevas oportunidades laborales en múltiples sectores. La digitalización, por tanto, no solo abre nuevas posibilidades de empleo, sino que también fomenta un entorno laboral más equitativo y accesible.
Marisa Cruzado, CEO y promotora del proyecto IA+Igual, afirma que “las empresas no están buscando en nichos donde hay personas con discapacidad”, cuando no deberían dejar pasar la oportunidad de “encontrar el mejor talento, sea cual sea su realidad personal”. El estudio de la Fundación Adecco corrobora esta falta de contratación en la empresa privada: entre enero y abril de 2024, las personas con discapacidad han firmado 32.605 contratos, pero la mayoría (71%) se produce en el ámbito protegido (Centros Especiales de Empleo), mientras que solo el 29% se celebra en la empresa ordinaria.
La IA, aliada para la diversidad
La tecnología no sólo tiene la capacidad de impulsar el progreso, sino también tiene el poder de cambiar vidas. En el contexto actual, la IA forma parte de este progreso, y las empresas pueden valerse de su avance e innovación para fomentar entornos más inclusivos y abiertos hacia personas con discapacidad.
Para que la IA facilite la incorporación de las personas con discapacidad en el mundo laboral, debe haber un trabajo minucioso de sus algoritmos. Así lo explica Yolanda Gutiérrez, especialista en People Analytics y miembro del Consejo Asesor de IA+Igual: “Si logramos que la IA esté libre de sesgos, y que se haga una buena toma de decisiones a partir de los resultados obtenidos de los algoritmos”, las empresas podrán “lograr una gestión integral de la diversidad, asegurando entornos de trabajo diversos y donde la inclusión surja de manera natural”.
Para lograr así un ambiente heterogéneo, es imprescindible que los algoritmos de IA utilizados en Recursos Humanos promuevan la igualdad y la ética. Félix Villar, socio de IN2 y también miembro de IA+Igual, asegura que “la diversidad y la inclusión deben ser uno de los ejes sobre los que se sustenta la aplicación de IA en RR. HH. Precisamente, uno de los paradigmas que ofrece esta tecnología es ayudar a gestionar la diversidad”. Destaca “la capacidad de análisis de la IA y su velocidad”, que permitirá “establecer modelos de gestión personalizados” que faciliten la inclusión.
El potencial que tiene la tecnología para derribar barreras e implicar en el mundo laboral a personas con discapacidad debe ir acompañado de un cambio cultural, así como de un liderazgo comprometido en las empresas. Solo así será posible construir un entorno donde la inclusión no sea solo una meta, sino una realidad, en la que cada individuo tenga la oportunidad de contribuir con su talento y desarrollar su máximo potencial.