La Guía Scrum define claramente el rol de un Scrum Master en un proyecto gestionado con metodología ágil, pero ¿y el agile coach? El ideario común sitúa la frontera entre ambos en el asesoramiento que, a priori, es la especialidad del coach, y la gestión, que es la del master. En realidad, y como explica Julio Roche, Specialist Director del área de System Development & Integration de Deloitte, “los dos perfiles realizan labores de coaching, siendo la influencia del SM de abajo a arriba en la organización y de arriba abajo en el caso del AC”. Entender el marco de su visión, sus ámbitos de influencia, sus responsabilidades y sus diferencias es fundamental para hacer de la agilidad una mentalidad y un hábito.
La primera diferencia entre un scrum master y un agile coach está en sus propias denominaciones: mientras que el primero domina una metodología ágil concreta (Scrum), el segundo tiene un enfoque más amplio de las metodologías que integran el concepto “agile”. Y la segunda la encontramos en su alcance: mientras que el scrum master se enfoca principalmente en un solo equipo para ayudarle a aplicar correctamente la metodología, el agile coach suele trabajar a nivel organizacional ya que su objetivo es ayudar a toda la empresa a adoptar y mejorar sus prácticas ágiles. A partir de ahí, se puede establecer una “descripción del puesto” propia para cada uno de ellos.
Scrum Master
Ya sabemos que su objetivo es el de conseguir que el equipo aplique de manera efectiva la metodología Scrum ayudándoles a eliminar obstáculos y fomentando su autoorganización y su mejora continua. Tal y como afirma Julio Rocha, “normalmente se centra en un solo equipo o en unos pocos equipos como máximo” para asegurarse de que:
- Comprenden y encarnan los valores y principios ágiles establecidos en el Manifiesto Ágil.
- Se comunican bien entre sí y con las partes interesadas.
- Haya una fluida colaboración con el Product Owner para entregar trabajos enfocados en el valor.
Para ello, despliega un estilo de trabajo colaborativo, empírico (basado en datos) e iterativo (en sprints cortos con metas específicas).
“Es importante tener en cuenta -como advierte Javier Carril, socio de Execoach- que el Scrum Master forma parte del Equipo Scrum y que no es el jefe del equipo”, ya que comparte espacio pero no responsabilidades con otros roles como el product owner y el equipo de desarrollo. Este experto suma a las anteriores atribuciones del Scrum Master la de lograr que el equipo se imbuya en la metodología a través de:
- La eliminación de obstáculos: Ayuda a identificar y eliminar impedimentos que puedan obstaculizar el progreso del equipo.
- La protección del equipo: Protege al equipo de interferencias externas que puedan distraerlos de sus objetivos.
Tanto el experto de Deloitte como el de Execoach coinciden en que las técnicas asociadas con el coaching son habituales en un scrum master:
- Proporcionan formación en el proceso y en la metodología.
- Facilitan las ceremonias propias del agile.
- Guían al equipo en la adopción de prácticas ágiles para gestionar sus reuniones, y también para la coordinación y la gestión del proyecto.
- Son mentores en prácticas ágiles específicas y también entrenadores profesional, ya que pueden llegar a utilizar técnicas para guiar al individuo a descubrir respuestas a sus propios desafíos.
Fuente: Guía Scrum.
Agile Coach
Por su parte, el Agile Coach es más un consejero para equipos y líderes que trabaja para promover una mentalidad ágil en toda la organización ayudando a impulsar el cambio cultural necesario. Al igual que el Scrum Master, puede intervenir en distintas fases de la transformación ágil, desde la fase inicial hasta la implantación avanzada de prácticas ágiles, pero mientras que aquél se centra en la operativa de la metodología, él lo hace en la cultura agile en general, tanto individual como colectiva. En definitiva, aporta una visión holística de cualquier proceso de transformación a través de conocimientos y habilidades más amplias, como detalla Javier Carril:
- Transformación Organizacional: Facilita la adopción de metodologías ágiles para impulsar la flexibilidad, la innovación y la mejora continua en toda la organización, ayudando a romper los silos departamentales.
- Formación y Mentoring: Ofrece formación y mentoring a equipos y líderes en los diversos marcos de trabajo ágiles.
- Evaluación y Mejora Continua: Ayuda a la organización a evaluar sus prácticas actuales y sugiere mejoras continuas.
- Coaching de Líderes: Trabaja estrechamente con la alta dirección para alinear los objetivos y la estrategia empresarial con los métodos y prácticas ágiles, y para imbuirles de un estilo de liderazgo de servicio que aumente el desempeño y la motivación.
No obstante, a ello debe sumar una formación y experiencias específicas en Scrum y otros métodos ágiles y de innovación como Kanban, Lean Startup o Design Thinking.
Fuente: Agile Coaching Institute.