Junto con la evaluación de riesgos psicosociales, los programas de ayuda al empleado y los protocolos de formación y sensibilización, nuevas herramientas emergen para trabajar la salud mental en las empresas. Después del boom discursivo en torno al bienestar emocional ahora toca ponerle procesos trazables, resultados medibles y metodologías y tecnologías que permitan identificar el punto de partida tanto directamente, con tests de salud mental, como indirectamente, con evaluaciones de compromiso. Todo ello forma parte de las tendencias que han sido analizadas por Xavier Pladevall Molina, CEO de Acció Preventiva, y Fátima Jiménez, responsable territorial de Europreven, en el Webinar ORH “Cómo promover la salud emocional y mental en las empresas”.
La salud mental es un estado emocional complejo de medir, sobre todo si se quiere actuar sobre sus causas. Mientras que los test creados al efecto hacen posible identificar el grado de bienestar emocional de la persona, las evaluaciones de engagement permiten “medir” la calidad de la relación del empleado con su empresa y, consecuentemente, las áreas que le producen tensión o distanciamiento. dicho de otra manera, los primeros permiten a las personas hablar de cómo se sienten, el segundo identifica la intensidad del «abrazo de oso» que buscan en sus empresas:
Fuente: Acció Preventiva, 2024.
Durante el webinar, los asistentes han podido experimentar el primero de ellos, obteniendo a cambio un informe personalizado de su situación emocional y una radiografía agregada del colectivo participante que, sin grandes sorpresas, reveló la situación que se vive en muchas empresas: un punto de tensión controlable que es sobre el que hay que actuar. La prevención en salud mental ha de orientarse precisamente a identificar ese momento antes de que se convierta en una situación de no retorno, aprovechando para ello la plena consciencia de la persona sobre su situación y su capacidad de gestionarla con la ayuda de la organización.