El impacto de la transformación digital en la vida laboral (y personal) de los trabajadores

Redacción8 marzo 20227min

Si la transformación digital fuera un teatro, y el mundo del trabajo los espectadores que acuden a ver la representación, no sería descabellado afirmar que hoy esa función ya congregaría a tres cuartas partas del aforo. O puede que más. Puede que se aproximara ya al cartel de “no hay billetes”. Porque a los pocos rezagados que aun se resistían a incorporar procesos digitales a sus operativas diarias y a las de sus empleados, la pandemia se ha encargado de terminar de empujarlos a ocupar sus localidades en ese patio de butacas y esos palcos cada vez más tecnológicos.

Ahora bien, aunque tal vez el teatro esté abarrotado, eso no quiere decir que a todo el mundo le guste la obra que se representa sobre el escenario. O quizá lo que sucede es que no acaban de entenderla, que le encuentren demasiado moderna y enrevesada, como esas piezas de teatro experimental que parecen hechas solo a medida de los muy entendidos.

Basta fijarse en lo que acaba de suceder en el sector de la banca con sus clientes más mayores, que hartos de sufrir la imposición de la banca online como única alternativa, se han revelado y exigido recuperar parte de ese trato humano, directo y personalizado del que disfrutaban antes.

El impacto de la transformación digitalimpacto transformación digital

En los entornos de trabajo esta ocurriendo algo similar. La llegada masiva de herramientas digitales a las compañías ha significado una revolución en todos los sentidos. Una revolución oportuna y necesaria. Ya que esa digitalización es la que ha permitido que muchas compañías hayan podido mantener su actividad durante estos ya dos largos años de convivencia con el virus.

Y no se trata solo de que haya favorecido el teletrabajo. La llegada de una tecnología cada vez más avanzada y, al mismo tiempo, más democratizada y menos costosa ha elevado la calidad, la competitividad y la productividad de numerosas pequeñas empresas hasta unos niveles que de otro modo les habría resultado imposible alcanzar. Herramientas muy versátiles y flexibles, que muchas veces llegan en forma de apps o de aplicaciones web, de manera que no requieren de grandes inversiones de implantación, que consiguen reducir las distancias entre estas modestas pymes de limitados recursos y las grandes corporaciones.

Un ejemplo de ello son las herramientas de gestión de tiempo y medición de productividad, como las nuestras. Sistemas que están permitiendo a las organizaciones, con independencia de su tamaño, no solo cumplir con los requerimientos legales en cuanto a registro horario y trabajo a distancia, sino también extraer valiosas conclusiones acerca de aquellas tareas en las que sus empleados son más o menos productivos para, a partir de esos datos, aplicar vías de mejora.

La tecnología allana el camino

La evolución en el mundo de los Recursos Humanos es evidente, y ahora estos departamentos tienen su prioridad en el bienestar de los empleados. Desarrollar estrategias y procedimientos para lograr este objetivo marca ya la diferencia y establece niveles entre unas y otras empresas.

Y la tecnología allana ese camino, facilita estas políticas de bienestar laboral como fomentar la conciliación familiar, la desconexión digital, equilibrado de cargas de trabajo, promover la flexibilidad, etcétera, cuyo resultado es siempre el beneficio para todos, empleados y organizaciones.

Una tecnología alineada con las buenas prácticas que colabora y no obstruye, que mejora y optimiza las condiciones… Todas nuestras herramientas están diseñadas a partir de esa visión, ser las aliadas de las empresas y sus colaboradores.

La revolución está en marcha, pero, eso sí, como toda revolución, tiene sus detractores. Todo cambio, y la llegada de una nueva tecnología lo es y muy grande, despierta recelos y resistencias. Por eso es fundamental que en paralelo a la implantación de toda novedad tecnológica haya un plan de acompañamiento que asegure que sus usuarios aprendan a utilizarla, sean escuchados y, sobre todo, descubran las ventajas que para ellos y su trabajo diario va a representar esa novedad.

Presente en nuestra vida cotidiana

Esta necesidad es especialmente acuciante para aquellas personas que, por edad, condición u otras circunstancias sufren la llamada brecha digital. Es en este colectivo en el que hay que poner especial atención en esta labor divulgativa, ya que estas personas pueden ser el principal foco de resistencia, pero también un magnífico aliado si se consigue convencerlas para que se sumen a la ola tecnológica.

El secreto estará, una vez más, en demostrarles, de una manera clara, didáctica y muy práctica, las ventajas que para su propio trabajo y crecimiento personal y profesional puede traer ese baño de digitalización. Y en hacerles ver que el entorno digital no es ese coco excluyente que algunos quieren hacer ver, sino que puede ser accesible para todo el mundo.

Al fin y al cabo, la tecnología ya está presente en todos los órdenes de nuestra vida cotidiana, marcando el signo de nuestro ocio, de nuestras compras o de nuestras relaciones sociales. Su llegada masiva a los entornos laborales no debería ser motivo de temor, sino de celebración, y su impacto en la vida laboral de las personas, no como desastre, sino como oportunidad.

Joan Pons

Founder & CEO de WorkMeter.

Imagen: 123RF


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