Es por todos conocido que los entornos de trabajo influyen directamente en la manera en la que nuestros colaboradores se posicionan ante el trabajo. Si contamos con un clima laboral ameno, dominado por la innovación, la productividad y el bienestar, los empleados estarán más motivados y, por lo tanto, su desempeño será mucho mayor. Si por el contrario, el ambiente en la oficina no es ‘saludable’ las consecuencias pueden ser nefastas. Las organizaciones pertenecientes al segundo tipo verán cómo sus empleados se comprometen cada vez menos con la visión y misión de la compañía, dejando de lado sus tareas y mostrándose más apático cada día. ¿Nos interesa esto?

Para salvaguardarnos y alejarnos de las consecuencias claramente negativas, Grupo P&A nos ofrece cuatro consejos en su Guía sobre Clima Laboral:
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OBTÉN CONFIANZA Y RESPETO
Si como líder consigues obtener la confianza y el respeto de tus colaboradores mejorarás visiblemente la satisfacción laboral. Los empleados se sentirán comprometidos con tu causa pero, para ello, es necesario desarrollar una gestión coherente en el día a día y estrechar lazos con la plantilla. Interesarse por sus intereses o preocupaciones hará que los miembros de la plantilla se sientan escuchados y valorados.
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ACEPTA IDEAS
Mostrarse receptivo ante la opinión e ideas del resto. La aceptación de ideas tiene multitud de ventajas: incentiva la aportación de propuestas, desarrolla la actividad empresarial, fomenta la innovación y, además, aumenta el orgullo de pertenencia a la compañía.
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COMUNICACIÓN INTERNA
La comunicación externa, con el cliente, es imprescindible pero más aún la interna. Es necesario contactar y tener un feedback constante con el cliente interno, es decir, el empleado. Difundir la información que les afecta hace que los empleados mejoren su funcionamiento organizacional y, por ende, logren sus metas de manera efectiva.
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SÉ EL EJEMPLO A SEGUIR
Conseguir un clima de motivación y confianza no es sencillo. La tolerancia y la armonía son dos elementos imprescindibles para conseguir un ambiente laboral positivo y, para ello, los altos directivos o mandos intermedios tienen que ser los primeros en dar ejemplo y demostrar estos valores en sus relaciones cotidianas con los colaboradores.
“Escoge un trabajo que te guste, y nunca tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida.” – Confucio