La sostenibilidad hacia afuera es “sostenible” si también se aplica hacia dentro. No es un juego de palabras, es el sentido que debe guiar los compromisos que en esta materia están adoptando las empresas desde un “midset” auténtico y ejemplarizado desde sus líderes. La quinta entrega de la serie “La agenda del liderazgo sostenible”, elaborada por Talengo y ORH, traduce esa “sostenibilidad hacia dentro” como el bienestar que debe equilibrar la vida profesional y la vida personal para ser plenos en ambas.
Conjugar competitividad con sostenibilidad es el reto copernicano al que se enfrentan hoy las organizaciones. Como con unas lentes progresivas, sus líderes han de compaginar la visión a corto plazo a la que les fuerza el cambio constante con la visión a largo de hacer las cosas para que tengan un impacto beneficioso en el entorno y en las personas. Por ello, ha de anteponer los «cómo» sobre los «para qué», porque su inspiración no está sólo en los números sino en conseguirlos siendo fiel a unos valores de empatía, respeto y preocupación genuina por su legado. por sobre el impacto de sus decisiones, lo que le permite:
El líder sostenible es consciente de su huella y adopta conductas equilibradas que generan productividad y crecimiento personal para él, para las personas que tiene a su alrededor y para la sociedad en general.
Para ello se acompaña de tres compañeros de viaje que ha de trabajar como parte intrínseca de su desarrollo profesional:
- EQUILIBRIO: para entender el bienestar como la suma de las distintas dimensiones que lo conforman.
- RESILIENCIA: para gestionar la incertidumbre y las dificultades desde la serenidad;
- CLIMA: para hacer del bienestar corporativo el eje de la cultura de la organización.