por Jose Luis García, gerente de Adecco Learning & Consulting.
Permitidme comenzar con una definición: humanización es el proceso mediante el cual algo es dotado de cualidades humanas. El objeto de humanización puede ser una cosa, un animal, una persona, un conjunto de personas o una institución. Parece que, por fin, tras muchos meses de circunstancias adversas e inquietantes en todos los sentidos, recuperamos sensaciones que nos devuelven cierto optimismo. Sin embargo, no debemos olvidar todo lo ocurrido en este tiempo, y sigue presente, y debe servirnos de aprendizaje para ser conscientes de que las condiciones “del juego” han cambiado.
Inmersos en plena transformación digital, que dejaba de ser un futurible muy presente, que en mayor o menor medida todas las compañías afrontaban a su ritmo, llegó la pandemia como gran acelerador del proceso, y tras unos primeros momentos de incertidumbre, todos estos pasos hacia la digitalización crecieron, aumentamos los procedimientos de gestión digitales, implementamos nuevas herramientas, tecnologías, aplicaciones, y sobre todo incorporamos a nuestra jerga habitual conceptos como “en remoto” o “virtual”.
¿En qué nos convertimos?
Esto nos llevó a desenvolvernos en un contexto completamente nuevo, y no solo en lo que a tecnología se refiere, con nuevas plataformas, aplicaciones o dispositivos, sino que exploramos y testamos nuevas vías de comunicación, nuevos modelos de gestión, liderazgo, relación de equipos, en definitiva, reconfiguramos la forma de interactuar socialmente, y por lo tanto, redefinimos las relaciones personales.
Dicho esto, que no es un descubrimiento en cuanto a los hechos, pero si una reflexión a veces olvidada, no podemos pasar por alto que detrás de todo este momento de transformación y digitalización están las personas, y de ahí parte lo que podemos definir como “humanización de la digitalización”.
En definitiva, un cambio cultural “sobrevenido”, en el que la fuerza y capacitación del equipo será lo que nos haga avanzar como compañía de nuevo, y para ello es fundamental no perder el foco en la parte humana.
Dónde estamos y dónde queremos estar
Con este punto de partida debemos ser conscientes de dónde y cómo estamos, y lógicamente donde queremos estar. Muchos de los estudios y encuestas realizados estos últimos meses confirman cierto “desencuentro” entre plantillas y organizaciones, agotamiento, fatiga, y es aquí donde debemos centrarnos para cuanto antes volver a motivar los equipos, despertar el talento, retenerlo y conseguir las metas fijadas.
Por ejemplo, destacamos que el 60% de las bajas laborales proviene de situaciones causadas por estrés, y estudios de Adecco Group identifican que 4 de cada 10 trabajadores han sufrido agotamiento durante el último año.
¿Hemos perdido durante excesivo tiempo el foco en las personas? ¿Hemos actuado correctamente con nuestros equipos? ¿Teníamos a mano realmente todas las palancas necesarias para medir el pulso de la situación real de nuestra gente?
Estas son algunas de las cuestiones que debemos resolver rápidamente para seguir avanzando y participando como compañías de este gran proceso de digitalización y transformación, preocupándonos más que nunca por el bienestar y capacitación de las personas, nuestras personas.
Bienestar y capacitación
Bienestar para recuperar sus plenas facultades en la actividad diaria, y capacitación para asegurarnos de que el nuevo contexto está asimilado y contamos con equipos adaptados a él. Combinando ambos aspectos, podremos garantizar la total recuperación ante el momento vivido, y asegurar de nuevo el engagement con la compañía y su propósito final.
Para finalizar, y analizada la situación, nos atrevemos a identificar como palancas clave, entre otras, para trabajar en la mencionada “humanización”:
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- Comunicación. Tanto a nivel interno como externo, asegurando una comunicación corporativa de calidad, tanto para el empleado como para el público externo. Siendo conscientes en la transmisión de mensajes del cambio de paradigma, y por supuesto seleccionando los canales adecuados para su difusión.
- Upskilling/Reskilling. Para capacitar a nuestros equipos según sus necesidades concretas, planteadas no de forma transversal, sino ajustadas al nuevo contexto y nuevas formas de trabajo de nuestra compañía, las adoptadas por cada una y que nos permitan gestionar ad-hoc las necesidades y competencias clave, adaptadas a la realidad de cada uno. Partiendo de un cambio de mindset, considerado ya como nuevo mindset virtual, entorno que nos exige un aprendizaje continuo, ya que el cambio en los nuevos contextos o entornos digitales requiere de una constante y rápida adaptación.
- Bienestar y Salud.
Foco fundamental para que todo lo demás funcione. Desarrollar acciones y programas concretos, puestos en marcha desde un origen basado en el análisis de resultados de riesgos psicosociales, entre otros, con las bases claras para afrontar los problemas principales identificados y resolverlos cuanto antes, recuperando de este modo también ese “orgullo de pertenencia” a la organización. - Experienciales/Team Building.
Como experiencia inicial o final a muchas de las acciones comentadas, necesitamos reconectar los equipos de manera más personal, animarnos a perder el miedo en todos los sentidos y organizar actividades de alto impacto, donde los participantes se enfrentarán a una performance con un enfoque adaptado al contexto, de un modo activo, divertido y participativo, con el ánimo de recuperar el espíritu de equipo, orientación a resultados, motivación y en consecuencia el ansiado engagement con la compañía y bienestar emocional pleno.
En conclusión, estamos en un punto de inflexión relevante para trabajar de forma muy dirigida con “nuestras personas”, ya que como todos sabemos, un equipo adaptado y motivado, no suma, multiplica…
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