Estructuras líquidas para tiempos disruptivos

En apenas un lustro, más de una quinta parte de los empleos experimentará cambios disruptivos y casi la mitad de las competencias necesarias en el mercado laboral actual quedará obsoleta o deberá transformarse en ámbitos como inteligencia artificial, ciberseguridad o pensamiento crítico. Paralelamente, se estima que cerca del 50% de las compañías tendrá que rediseñar sus estructuras y estrategias para aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías. Según Carme Castro, CEO y fundadora de Kainova, el reto es ineludible: solo aquellas organizaciones que adopten modelos líquidos y liderazgos disruptivos estarán preparadas para resistir y prosperar en este entorno.
6 datos que evidencian un cambio de rumbo en el mercado laboral
Según el Informe sobre el futuro del empleo 2025 del Foro Económico Mundial (WEF):
- Durante los próximos cinco años, el 22% de los empleos se verá afectado por disrupciones profundas, con una transformación masiva de sectores, profesiones y competencias.
- Se crearán 170 millones de nuevos empleos.
- Desaparecerán 92 millones.
- El 40% de las capacidades requeridas para los trabajos actuales cambiará.
- Más del 60% de las empresas ya señala la brecha de competencias como su principal obstáculo.
- Casi la mitad de las organizaciones prevé rediseñar su modelo de negocio para adaptarse a la tecnología.
El error: Seguir operando con mapas mentales antiguos
Muchas empresas buscan transformarse, pero lo hacen con modelos mentales y estructuras que ya no encajan en el entorno actual. “La gran dificultad que tienen las empresas para transformarse en el nuevo contexto, dada la velocidad del cambio, es que seguimos intentando trabajar con los mapas mentales de un terreno que ya no existe. Y esto se entiende aún mejor si tenemos en cuenta que no es que el mundo empresarial se haya vuelto simplemente más rápido, es que se ha vuelto fundamentalmente diferente”, añade Carme Castro.
La diferencia entre la rapidez con la que cambia el mercado y la capacidad de las empresas para adaptarse provoca consecuencias tangibles, como la dificultad para retener talento. Cuando los profesionales crecen y desarrollan nuevas expectativas mientras la organización permanece estática, buscan entornos que respondan mejor a sus necesidades y que estén alineados con su visión de cultura y trabajo.
La solución: Empresa líquida y liderazgo disruptivo
¿Qué es una empresa líquida? Se trata de una organización que no solo soporta la transformación, sino que la incorpora de forma fluida en su funcionamiento diario. Sus equipos actúan con autonomía, los líderes pueden reconfigurar estructuras sin fricciones y la cultura corporativa se adapta al contexto sin perder el rumbo. Este enfoque no solo optimiza el rendimiento interno, sino que también responde a las demandas del entorno actual y a las expectativas del talento emergente.
Las organizaciones que han aprendido a reconfigurarse con rapidez —tanto a nivel estructural como cultural— cuentan con una ventaja competitiva creciente. Según observaciones del mercado, las empresas con estructuras flexibles superan en un 40% los resultados de las rígidas en momentos de crisis, mientras que la incorporación de prácticas de adaptabilidad puede elevar los ingresos en un 15 % y reducir la rotación de personal hasta en un 20%.