17 tipos de trabajo en remoto para ofrecer flexibilidad

Maite Sáenz19 marzo 202413min
trabajo híbrido
Del 100 por cien en la oficina al trabajo en remoto a jornada completa hay una miríada de opciones que hacen de las fórmulas híbridas una opción para todos -o casi todos- los gustos. La holandesa AIHR-Academy for Innovation HR ha contado hasta diecisiete tipos en función de cómo se reparte el tiempo entre los espacios corporativos y personales, el grado de voluntariedad que tienen los empleados para acogerse y para qué circunstancias es apropiado.

 

  1. Días presenciales fijos/específicos: La empresa establece días de trabajo presencial y de teletrabajo.
    • Funciona: En empresas con un espacio de oficina dedicado que puede acomodar cómodamente a todos los empleados que no requieren que los empleados estén cinco días a la semana.
    • No funciona: En empresas con espacio de oficina limitado y roles que requieren mucha colaboración en persona o el uso de equipos especializados que solo están en el sitio.
  1. Autonomía total: Cada empleado decide cuándo y dónde trabajar sin restricciones.
    • Funciona: En empresas que quieren ofrecer a los empleados la máxima flexibilidad y proporcionar un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
    • No funciona: Para roles que requieren mucha colaboración y apoyo por parte de los miembros del equipo, los gerentes y las empresas que tienen reuniones presenciales periódicas.
  1. Trabajo asincróno: Los empleados pueden trabajar las horas que mejor les convengan, lo que permite que personas en diferentes zonas horarias trabajen como parte de un equipo, aunque también implica que la mayor parte de la comunicación no esté sincronizada (p. ej., las respuestas a los correos electrónicos se retrasarán).
    • Funciona: En roles que no requieren mucha colaboración ni un horario rígido.
    • No funciona: Para equipos que necesitan estar en estrecho contacto y requieren la velocidad y eficiencia que aporta la colaboración en tiempo real.
  1. Disposiciones de turnos: Los empleados reciben días específicos en los que deben estar en el trabajo así como la hora de inicio y fin de su jornada laboral. Los horarios se escalonan para garantizar que siempre haya suficientes trabajadores “activos” y disponibles durante el día o la noche.
    • Funciona: Para tipos de actividad cuya organización del trabajo se basa en turnos. Se podrían utilizar horarios escalonados para garantizar que haya suficiente personal disponible para los pacientes, y los médicos podrían tener algunos días de trabajo desde casa cuando atienden a los pacientes virtualmente.
    • No funciona: Para empleos y negocios que siempre requieren funciones presenciales y no están abiertos las 24 horas, los 7 días de la semana.
  1. Horario de oficina: A los empleados se les asigna un conjunto de horas cada día en las que se espera que estén disponibles para reuniones, responder correos electrónicos y colaborar, ya sea que estén en la oficina o trabajando de forma remota.
    • Funciona: Para empresas y roles que requieren mucha colaboración y contacto regular entre compañeros.
    • No funciona: Para empleos y negocios que siempre requieren funciones presenciales y no están abiertos las 24 horas, los 7 días de la semana.
  1. Primero el control remoto: Nunca se espera que los empleados vayan a la oficina, pero pueden hacerlo si así lo desean.
    • Funciona: en empresas que quieran reducir su gasto en el alquiler de grandes espacios de oficinas, contratarán entre un grupo de talentos más amplio y tendrán una mayor flexibilidad a largo plazo.
    • No funciona: en altos niveles de colaboración y roles que requieren mucha interacción cara a cara o el uso de equipos especializados.
  1. Medio día presencial, medio día remoto: Opción de repartir la jornada laboral entre la oficina y el domicilio particular.
    • Funciona: para crear un equilibrio saludable entre la flexibilidad de los empleados y fomentar la colaboración en el trabajo.
    • No funciona: en empresas que desean buscar candidatos de un grupo de talentos más amplio y buscan la máxima productividad de sus empleados.
  1. Primero en el sitio o en la oficina: Los empleados van principalmente a trabajar a la oficina y, ocasionalmente, pueden hacerlo de forma remota, acordándose los horarios caso por caso.
    • Funciona: en empleos y negocios que habitualmente requieren presencia física.
    • No funciona: con empleados que se enfrentan a un largo viaje al trabajo o a responsabilidades de cuidado que requieren más flexibilidad.
  1. Una semana/mes en la oficina: Los empleados pueden trabajar desde cualquier lugar que deseen (incluida la oficina) durante tres semanas cada mes, y en la última semana todos se reúnen en la oficina para reuniones de equipo, aprendizaje y desarrollo en persona y eventos sociales.
    • Funciona: en empresas que quieren dar flexibilidad a sus empleados pero también quieren impulsar la colaboración.
    • No funciona: con empleados que viven lejos de las oficinas y necesitan una mayor flexibilidad en sus arreglos laborales todo el tiempo.
  1. Cuatro días presenciales, un día remoto (4/1): Los empleados estén en la oficina al menos cuatro días a la semana y pueden trabajar de forma remota un día a la semana.
    • Funciona: en empresas que principalmente quieren que sus empleados estén en la oficina pero también quieren ofrecer un poco de flexibilidad.
    • No funciona: en empresas de nueva creación que tal vez no tengan el presupuesto para un espacio de oficina que acomode a todos los empleados y que quieran buscar candidatos de un grupo de talentos más amplio (incluido el extranjero). Este enfoque tampoco es adecuado para funciones que requieren poca colaboración y se pueden realizar en cualquier lugar.
  1. Tres días presenciales, dos días remotos (3/2): Los empleados deben trabajar en la oficina durante al menos tres días a la semana y de forma remota los dos días restantes.
    • Funciona: en organizaciones que quieren lograr un equilibrio entre los beneficios de la colaboración en persona y la flexibilidad que el trabajo remoto ofrece a los empleados.
    • No funciona: en dinámicas en las que pueda crear problemas de programación para reuniones en persona y colaboración en proyectos (a menos que el empleador especifique los días de oficina (lo que reduce la flexibilidad para los empleados).
  1. Dos días presenciales, tres días remotos (2/3): Los empleados trabajen en el sitio dos días a la semana y les permite la libertad de trabajar de forma remota durante los otros tres días. Algunas empresas especifican los días requeridos en la oficina y otras lo dejan a decisión de los empleados.
    • Funciona: para reducir los desplazamientos de sus empleados y brindar flexibilidad laboral manteniendo un elemento de colaboración.
    • No funciona: en empresas que no tienen suficiente espacio de oficina para acomodar a todos sus empleados a la vez, lo que podría suceder si hay un gran aumento en la asistencia en un día determinado.
  1. Día presencial, cuatro días remoto (¼):Los empleados trabajan un día en el sitio y los cuatro días restantes de forma remota.
    • Funciona: para ofrecer a los empleados mucha flexibilidad y no quieren invertir en alquilar grandes espacios de oficina que acomoden a todos los empleados.
    • No funciona: en empresas y roles que requieren contacto y colaboración cara a cara más frecuentes.
  1. Semanas alternas: Los empleados pasan una semana laboral completa en la oficina, seguida de una semana completa trabajando de forma remota en el lugar de su elección.
    • Funciona: en empresas que quieren ver regularmente a los empleados en la oficina y reducir el aislamiento que puede provocar el trabajo remoto.
    • No funciona: en las que desean minimizar las interrupciones para los empleados y priorizar la productividad.
  1. Días presenciales opcionales: El trabajo remoto es lo predeterminado, pero la oficina permanece abierta para todos en todo momento.
    • Funciona: para brindar a los empleados la máxima flexibilidad sobre cuándo y dónde trabajan, lo que puede aumentar la satisfacción, la productividad y la lealtad.
    • No funciona: para empresas que regularmente necesitan reunirse en persona para reuniones o para trabajar en proyectos.
  1. Impulsado por el equipo: Cada equipo determina los días que los empleados trabajarán en la oficina.
    • Funciona: para atender las necesidades individuales de cada equipo y mejorar la colaboración en equipo.
    • No funciona: en equipos muy grandes (ya que coordinar días que funcionen para todos puede ser un desafío).
  1. Impulsado por la empresa: El liderazgo decide los días que todos trabajarán en la oficina y los días que serán remotos.
    • Funciona: para crear coherencia en toda la empresa y garantizar que los horarios sean flexibles y puedan modificarse según los requisitos del negocio.
    • No funciona: para atender las necesidades de un empleado individual. Este enfoque es bastante inflexible y puede no adaptarse a las necesidades de cada equipo o trabajador de la empresa, lo que puede generar una baja satisfacción y compromiso.

Foto de Štefan Štefančík en Unsplash.


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