Cada vez más las organizaciones se esfuerzan por innovar en materia salarial y ofrecer soluciones de compensación flexible, adaptando la retribución no solo a las capacidades de sus trabajadores, sino también a sus necesidades personales y familiares. Esta redirección de las políticas salariales obedece a la necesidad de los gestores de RR.HH. de dar respuesta a las condiciones altamente variables de un mercado laboral que evoluciona continuamente.
En este artículo, publicado en el número de noviembre de Observatorio de Recursos Humanos, el grupo de investigación ISDE de la UJniversidad de Granada analiza el concepto de retribución indirecta y los distintos niveles en los que se puede manifestar, de cara a la configuración de un paquete salarial: desde el concepto más clásico de beneficios sociales hasta los modelos a la carta y los planes de retribución flexible.
En España, la aplicación del modelo de retribución flexible supone que el trabajador, al elegir determinadas prestaciones, obtiene un menor salario bruto pero, gracias al mejor tratamiento fiscal aplicado a algunas de ellas, obtienen un salario neto anual después de impuestos superior del que recibiría si pagara directamente de su bolsillo dichos beneficios, y todo ello sin generar costes salariales adicionales para la empresa. Esta eficiencia retributiva es una de las diversas ventajas que este tipo de fórmulas reportan a empleados y empleadores y que los autores analizan, junto con los requerimientos legales que hacen factible su aplicación.