Por Esther Carrasco, directora RR.HH y Outsourcing de CE Consulting.- El 2023 ha iniciado con asuntos de gran relevancia para el empleador y el empleado. Primero, el aumento del Salario Mínimo Interprofesional; luego, la aprobación de la Ley de Familias y, finalmente, el proyecto piloto de la jornada laboral de 4 días, impulsado por el Ministerio de Industria. Una lista de medidas que tienen como objetivo proteger los derechos y mejorar el bienestar y la satisfacción del trabajador.
Precisamente estas normas, aunque quizás llegan tarde, son importantes teniendo en cuenta que el perfil del empleado actual ha cambiado y que en los próximos años veremos a una fuerza laboral liderada por millennials y centenials que lucharán por un trabajo que no solo alcance sus expectativas profesionales, sino que también vele por su salud y bienestar.
Es evidente que estamos ante un gran reto para las empresas, principalmente, para las pymes, quienes son la columna vertebral de la economía española dado que representan el 99% de nuestro tejido empresarial. Este importante músculo económico se ha encontrado, durante muchos años, condicionado por la carencia de tecnología, de capital humano o de un estructurado departamento de RR.HH. Esta lista de hándicaps, que podría incluir más ítems, supone una desventaja frente a las grandes empresas, por lo que la creatividad en las pymes se hace más necesaria que nunca para seguir avanzando hacia su desarrollo y competitividad.
Por mi experiencia y conocimiento, creo que las medianas y pequeñas empresas deben empezar por transformar su cultura de trabajo, implementando estrategias competitivas que les permitan mejorar su gestión, captación y retención de talento en sus organizaciones. La conciliación, independientemente, de la edad del trabajador, es uno de los factores más importantes para captar talento, por lo que hay que tenerla siempre presente. Según el Eurobarómetro, el 49% de los españoles considera que le falta tiempo para el ocio y la familia. Por esa razón, se debe fomentar una prestación de servicios en formato híbrido ya que actualmente contamos con todo tipo de soluciones tecnológicas que lo permiten.
Asimismo, las empresas pueden apostar por conseguir una buena o excelente experiencia de sus empleados. Recordemos que ellos son los principales embajadores de la empresa en la que se desempeñan. Pero más allá de estas medidas, hay que poner el foco en ofrecer paquetes retributivos competitivos y, en los casos que se pueda, incluir variables, en base al valor que aporta cada empleado a la compañía y los objetivos alcanzados.
Una buena experiencia del empleado es, por tanto, el cúmulo de varios aspectos donde la cultura y un ambiente laboral agradable, así como un compromiso con el entorno y las personas, son esenciales. Y es que dichos compromisos -enfocados en el cuidado del medioambiente, la salud, el respeto por los derechos humanos, el fomento de la inclusión y la diversidad del talento- no solo empujan la sostenibilidad empresarial y mejoran la reputación de la compañía, sino también atraen talento, principalmente, aquel que está concienciado y sensibilizado en hacer del mundo un lugar mejor.
Si buscamos referentes, las pymes con mejores políticas de atracción de empleo son las del sector tecnológico. Este tipo de compañías fomentan la integración de los empleados a través de actividades de team buildings, impulsan la enseñanza y aprendizaje con la implementación de sistemas de mentoring personalizados y adaptados a las habilidades de los empleados. También ofrecen programas de formación; y finalmente, el desempeño laboral y el cumplimiento de los objetivos de sus trabajadores son reconocidos, ya sea mediante viajes, incentivos u ofertas de desarrollo profesional.
Las pymes también pueden ser espacios de trabajo sostenibles y atractivos para el talento. Invitamos a la pequeña y mediana empresa a hablar y a escuchar a sus empleados, pues serán el mejor punto de partida para aplicar medidas de conciliación, retribución y de formación, acordes a las necesidades de sus empleados. Apostar por el bienestar del capital humano es construir un equipo sólido, feliz y altamente productivo y por ende una empresa sostenible, con valores y competitiva en su sector.
