¿Las bondades del teletrabajo se balancean con sus esclavitudes? La sensación del común de los empleados con puestos flexibles es que, efectivamente, concilian mejor, pero que, por otro lado, desconectan peor. La productividad ha aumentado y no porque seamos más eficientes con el uso de nuestro tiempo, sino porque hemos extendido nuestros horarios.
La híper-conexión ha disparado las cargas de trabajo y, como consecuencia, lejos de minimizarse, el estrés y otras patologías mentales derivadas de la sensación de no llegar a todo, se han disparado. Las derivadas médicas y legales ocuparán el debate de esta tercera sesión del “Ciclo Salud laboral y nuevos modelos laborales”, que ORH organiza con el Instituto Regional de Salud y Seguridad en el Trabajo (IRSST) de la Comunidad de Madrid.