■ Los vehículos corporativos como forma de compensación salarial han retrocedido en toda la estructura jerárquica de la empresa.
Drásticos están siendo los recortes económicos que afectan al vehículo de empresa. Su uso como incentivo adicional al salario ha caído un 73% en el último año y sólo el 7% de las empresas con grandes flotas en España lo utiliza actualmente para retribuir a sus empleados, frente al 26% que empleaba esta fórmula el año pasado. Así lo revela el Barómetro del Vehículo de Empresa (CVO) promovido por Arval, compañía de renting de BNP Paribas, que ha recurrido a 4.500 compañías de quince países para determinar las prácticas actuales y tendencias futuras en este sector.
Esta situación de contención no es exclusiva de España, sino que se extiende por toda Europa, donde las compañías que hacen uso del coche de empresa para complementar la nómina mensual de sus empleados han caído un 37,5% con respecto a 2010, aunque se siguen mostrando más proclives que las españolas a este tipo de incentivos (20%).
Los vehículos corporativos como forma de compensación salarial han retrocedido en toda la estructura jerárquica de la empresa, provocando que la flota se distribuya casi a partes iguales entre cargos directivos, por un lado, y técnicos y comerciales, por otro.
Cuadro 1. Distribución de la flota en función del cargo
Cargos España Europa
Directivos 40% 35%
Técnicos 36% 31%
Comerciales 18% 27%
Administración interna 6% 3%
Otros — 4%
Fuente: Barómetro del Vehículo de Empresa de Arval.
El informe de Arval revela que cualquier decisión acerca de la política de flotas depende exclusivamente de la alta dirección (63%), lo que pone de manifiesto el impacto de este capítulo sobre las cuentas de resultados y la necesidad de llevar un control férreo sobre sus costes para cuadrar los presupuestos de la compañía. Concretamente, la inversión en vehículos es el gasto más importante de las empresas, tras los recursos humanos y a la par que la informática.