El terremoto que ha supuesto la pandemia del Covid-19 ha sacudido los cimientos de la mayoría de las organizaciones y no solo a nivel de negocio, sino también en lo referido al capital humano. De inmediato se identificó al teletrabajo como el salvavidas para capear el nuevo escenario, pero no sin numerosas dudas centradas en cómo motivar a los trabajadores y mantener su productividad.
Sin estrategias específicas para él, el trabajo en remoto genera un aislamiento, una fatiga digital y una dificultad para empatizar con los objetivos corporativos que pueden provocar una baja productividad. Sin embargo, es un entorno que ha mostrado su valor para garantizar la continuidad de las operativas de negocio en tiempos complejos como los actuales y satisfacer las expectativas de conciliación del trabajo con la vida personal de los empleados. Su éxito depende de la capacidad de la empresa para implantar una nueva cultura empresarial que consiga el compromiso de los trabajadores.
En estos momentos, lograr ese compromiso no está motivado solo por instaurar un, siempre recomendable, ambiente laboral óptimo, sino por la propia supervivencia del negocio. Un estudio reciente de IDC que ha contado con la colaboración de Crayon (The Top 5 Traits of a Succesful Work Culture) apunta que el mayor obstáculo en la transformación digital de las organizaciones no es ni financiero ni tecnológico, sino fundamentalmente cultural. En palabras de la analista, “vivimos en un momento en el que ‘la cultura corporativa se come a la estrategia para desayunar’ y aquellas organizaciones que inviertan hoy en engagement del empleado y cambio cultural serán las vencedoras del mañana”.
Incluso se atreve a traducir esta predicción en cifras, afirmando que antes de 2022 el 70% de las organizaciones cuyos empleados tengan un alto nivel de compromiso volverán a las trayectorias de crecimiento previos a 2020, algo que solo conseguirán el 30% de las que cuenten con planes de engagement débiles.
Afortunadamente, cada vez son más las empresas que han entendido esta situación y otro estudio de IDC (European IT Buyer Sentiment Survey — Wave 13 – October 2020) reflejaba que impulsar el cambio cultural mediante una plataforma para el compromiso de los empleados era la segunda prioridad de los CEOs encuestados al preguntarles sobre iniciativas que iban a tomar en 2021 encaminadas a facilitar la transformación digital.
¿Qué demandan los trabajadores?
Para conocer qué hay que valorar a la hora de poner en marcha una estrategia de engagement del empleado, IDC ha entrevistado a responsables de RRHH y ha identificado peticiones de los trabajadores con cuyo cumplimiento se lograría tanto su compromiso en el día a día como a largo plazo. Entre las primeras, vemos que los empleados demandan una comunicación regular y honesta con sus jefes, sentir que se valoran sus capacidades y fortalezas, notar empatía y apoyo en los buenos y malos momentos, y poder trabajar dentro de un equipo donde impere el respeto.
De cara a granjear su fidelidad futura, los trabajadores necesitan sentirse conectados y pertenecientes a un propósito. Su trabajo tiene que tener significado (por ejemplo, sentir que son capaces de contribuir a hacer tareas con impacto). También solicitan confiar en sus líderes al moverse en un entorno tan incierto como el actual.
En este reto la tecnología es, una vez más, una aliada clave para obtener la lealtad de los empleados en momentos tan cambiantes como los que nos ha tocado vivir. Los modelos híbridos laborales actuales que combinan la presencia física con el teletrabajo exigen la implantación de puestos de trabajo conectados que fomenten la creación de equipos involucrados con los valores y principios corporativos.
Es fundamental desplegar plataformas de comunicación y colaboración óptimas para satisfacer todas esas demandas y convertir su compromiso en el motor del negocio. Mediante chats, grupos, newsfeeds, videollamadas… todos los empleados, desde directivos a trabajadores de primera línea, conectan y colaboran con independencia del dispositivo que utilicen. De esta manera, la comunicación se democratiza, se agiliza, evitando el envío masivo de correos electrónicos, y se promueve un ambiente más inclusivo.
Un vector de la transformación digital
Sus ventajas explican que cada vez se valoren más este tipo de tecnologías en las estrategias de digitalización de las empresas. IDC apunta que, pese a contar con presupuestos de IT apretados, el 44% de las organizaciones del mundo planean incrementar el gasto en esta clase de soluciones IT (Worldwide IT Buyer Sentiment Survey — Wave 2 – April 2020, n=582). De hecho, las plataformas de engagement forman parte de las Top 10 tecnologías con mayor incremento del gasto por encima incluso de las relativas a cloud y conexiones seguras.
La tecnología está madura, pero no todos los productos existentes son capaces de integrar a la vez las demandas de los empleados e imprimir el cambio cultural necesario. Un enfoque avanzado sería optar por soluciones innovadoras que repliquen el éxito de las aplicaciones de RRSS más populares tipo Facebook, pero en el ámbito profesional. En Crayon hemos constatado lo fácil y rápida que es su aceptación. Nuestra experiencia adaptándolas en organizaciones de múltiples perfiles a las expectativas de los trabajadores y vinculándolas a los objetivos corporativos, nos permite validar al 100% las conclusiones de IDC y afirmar que ahora, más que nunca y sobre todo en el entorno laboral, la unión hace la fuerza, así que hagámosla posible.
Artículo escrito por José Manuel Marina, Director General de Crayon.
