La percepción de los profesionales españoles sobre el aumento de su carga de trabajo es ligeramente superior a la de la media europea, situándose aquélla en un 70% y ésta en un 69%. Los datos del último Workmonitor de Randstad explican que, ya sea por el aumento de la actividad relacionada con tareas comerciales, por la dificultad de absorber puntas de trabajo con estructuras ya muy ajustadas o bien por estructuras inadecuadas incluso para una demanda menor, lo cierto es que las empresas se han visto abocadas a reorganizar sus efectivos de personal para ajustarse a una actividad que decrece en orden paralelo a la bajada de la demanda. La consecuencia es que siete de cada diez profesionales españoles (70%) piensan que tienen trabajar más por lo mismo o por menos. Sólo Gran Bretaña, Grecia y Bélgica nos superan en esta valoración.
A la luz de los datos de esta investigación, la mínima distancias entre los trabajadores españoles y los del resto de Europa hace relativizar el peso de la recesión económica en la percepción de la carga de trabajo. Así, y salvo excepciones como Suiza o Dinamarca, todos los demás países de nuestro entorno se mueven en porcentajes similares.
Además, ampliando la comparativa al resto de economías mundiales, parece ser más lógico que haya justificaciones culturales tras estas opiniones, independientemente de que lo elevado de los porcentajes tenga que ver, desde luego, con la crisis. Por ejemplo, Asia sigue manteniendo pautas diferentes a las de Europa y el resto de continentes analizados en materia laboral. Mientras que Estados Unidos se mantiene en porcentajes similares a los europeos con un 71%, en China esta percepción alcanza el 80% y en Singapur y Malasia es del 81% y 83%, respectivamente.