«Vivimos en un mundo en red, donde la opinión de una sola persona amplificada a través de los medios sociales puede tener un impacto de consecuencias imprevisibles en la reputación de una compañía». Santi García nos habla en su último post, publicado en su blog, sobre la empatía y la falta de confianza. Según escribe el autor «los directivos de las empresas se enfrentan a la necesidad de dar respuesta a los requerimientos, a veces contrapuestos, de más y más diversos stakeholders que les exigen autenticidad, adaptabilidad, responsabilidad, transparencia y diálogo«.
¿Dónde reside el problema ante esta realidad? Pues en que las organizaciones necesitan ser más empáticas pero el temor hace que muchas de ellas no sean capaces de superar esa barrera.