“La mayoría de las compañías abordan estudios de compromiso desde una perspectiva cortoplacista, centrando sus esfuerzos en el diagnóstico del ambiente laboral. Sin embargo, medir el compromiso sin gestionarlo no es suficiente. Las empresas que apuestan por gestionar el compromiso implantan una cultura de alto rendimiento con un impacto positivo en los resultados del negocio”.