Este mes de noviembre en Media Interactiva hemos recibido buenas noticias. Nuestra organización ha resultado ganadora en su categoría del Premio Empresa Flexible, una iniciativa de la agencia de comunicación CVA y que cuenta con la colaboración de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y el impulso del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Los Premios Empresa Flexible tienen como objetivo reconocer a las empresas con las mejores prácticas de flexibilidad, contribuyendo al equilibrio entre la vida profesional, personal y familiar de sus miembros. Además, en ellos no somos solo las empresas las que aplicamos, sino que son tenidas en cuenta las opiniones de nuestros equipos.
En solo un año, nuestra gestión de los recursos humanos ha obtenido tres importantes reconocimientos: además de los Premios Empresa Flexible, hemos conseguido el Premio Empresa Saludable en su categoría Healthy Work, que otorga el Observatorio de Recursos Humanos, y la Certificación como un Gran Lugar para Trabajar, otorgado por la consultora Great Place to Work®, líder en la identificación y certificación de Excelentes Lugares para Trabajar. En este último caso, ha aflorado un dato del que me siento particularmente orgullosa: prácticamente en la totalidad (un 98%) de quienes conformamos Media Interactiva piensa que aquí las personas están dispuestas a dar más de sí mismas para hacer su trabajo.
Y es que la mayor parte de la gente que conoce a Media Interactiva nos reconoce como un grupo líder en tecnología y en innovación aplicada a la educación. Son menos -aunque cada vez más, gracias en parte al esfuerzo de todos y a estos reconocimientos- quienes saben que la innovación comienza por nosotros mismos. Por la gestión de las personas que conforman nuestro equipo. En Media Interactiva hablamos mucho y, lo que es más importante, nos escuchamos. Las opiniones, los comentarios, las voces de los hombres y mujeres que desarrollan cada día su trabajo en nuestra organización son oídas, valoradas y tenidas en cuenta.
En una situación de incertidumbre global a la que nos enfrentamos por la pandemia del COVID-19, esa vocación de escucharnos y, hay que decirlo también, de empatizar los unos con los otros, han sido claves para la resiliencia. Hemos estado en teletrabajo durante la primera ola y hemos vuelto al trabajo en remoto también ahora, anticipándonos incluso al decreto de estado de alarma. Durante estos meses, hemos mantenido abiertos canales digitales para compartir vivencias, sentimientos, anécdotas, inquietudes, sensaciones, y también risas. Hemos lanzado, desde Recursos Humanos, encuestas internas a la hora de decidir el regreso al trabajo presencial y hemos actuado conforme al resultado de estas encuestas, de la manera más democrática posible: una persona, un voto.
De esta forma, por ejemplo, regresamos a las oficinas en septiembre, con un sistema de turnos para minimizar los contactos y manteniendo el trabajo en remoto por las tardes. En ese periodo, que desafortunadamente ha sido breve por la evolución de la pandemia, facilitamos a las personas la comunicación, evitando situaciones incómodas mediante pulseras de distintos colores que equivalían al grado de contacto deseado con otras personas.
Ahora que hemos vuelto al teletrabajo, de nuevo tras escuchar el feedback de nuestro equipo en forma de opiniones y comentarios, lo hacemos con la tranquilidad de saber comunicarnos en remoto, manteniéndonos unidos y cohesionados en la distancia.
Quizá ahí radique en parte el secreto de nuestro éxito: quienes se sienten escuchados y valorados nos devuelven su esfuerzo y su trabajo, en un círculo virtuoso que animo a otras organizaciones flexibles a aplicar. Crecerán más y serán más felices. Y ése es el mejor de los premios.
Artículo escrito por Laura Morillo, responsable de Recursos Humanos en Media Interactiva.
