ESADE Forum ha acogido este encuentro moderado por Eugenia Navarro, profesora de Estrategia y Marketing jurídico de ESADE Law School, en el que Carlos Álvarez, ha constatado que “si una start-up está quitando clientes a un despacho, quiere decir que ese servicio no lo deberíamos estar prestando porque es automatizable”. Para Carlos Álvarez, una de las preocupaciones de los despachos es el “cambio tecnológico que está llegando a las empresas que actualmente trabajan con metodologías Agile y necesitan soluciones en muy poco tiempo. Un hecho que obliga a los despachos a cambiar y adaptarse a sus necesidades y su ritmo. La forma de trabajar de los abogados en los últimos 20-30 años ha cambiado poco. Son personas adversas al uso de herramientas tecnológicas y eso debe cambiar. Y no es cuestión de elegir la mejor herramienta si no la más “usable para los abogados”.
Muchas start-ups están intentando entender cómo trabaja un abogado y ayudar a que sea más eficiente. Es el caso de las soluciones de gestión e información que ofrece Lefebvre a despachos y pequeñas empresas o de Bigle Legal, empresa que propone un servicio de automatización de documentos para abogados, notarías o inmobiliarias. Alejandro Esteve de Miguel así lo confirma. “Hay muchas herramientas que se pueden incorporar al día a día de los abogados. La tecnología cada vez cambia más rápido. A nivel personal, cada dos años cambiamos de tecnología mientras que las empresas intentan mantener el software que ya tienen y que se va quedando obsoleto”. Según el ejecutivo de Bigle Legal, “vamos a un modelo en el que la estandarización de servicios le va a dar un mayor peso al asesoramiento tradicional”.
Mercedes Blanco, también socia directora de la firma de servicios inmobiliarios Fincas Blanco, explicó su modelo y cómo han integrado tecnología y el valor añadido de servicios de start-ups para que redunde en una mejor atención comercial y del cliente. “Al inicio siempre hay una pequeña resistencia al cambio, pero en cuanto nuestros empleados empezaron a usar las herramientas, han visto los beneficios que les aportan y se adaptan. Nosotros trabajamos con personas, por lo que, si podemos centrarnos en las personas y automatizar otras tareas, mucho mejor”, señala.
Un punto de encuentro común entre la empresa y los despachos es la captación de talento. Para Carlos Álvarez, la política del despacho es buscar “personas con un alto potencial y un perfil dual ingeniero-abogado. Saber programar no es tan importante como tener un conocimiento del sector legal, pero es importante. Y sobre todo que tengan curiosidad y ganas de innovar”.
La jornada pone fin en este curso académico al ciclo de encuentros de innovación y tecnología que Lefebvre organiza en la sede de ESADE en Barcelona y que está ligado al Estudio de Innovación en el Sector Jurídico en el que analiza las tendencias que están modulando la prestación de servicios jurídicos en la actualidad.