“Las empresas suelen reducir costes del área laboral, cuando en muchas ocasiones, si se interviene en producto o procesos, resulta más rentable y eficiente económicamente”. De ello se muestra convencido Benjamin Lorente, socio director de Value Management y experto en el sistema VAVE que trata de la mejora de los productos, a través del análisis de sus funciones.
En su experiencia, el análisis de las funciones de un producto y de su operatividad puede revelar nuevas maneras de producir o nuevos materiales que reduzcan el coste de dicho producto sin perder prestaciones. Y estas reducciones pueden llegar hasta el 30 % de los costes. Las empresas que ya han introducido este sistema de mejora han obtenido ahorros a corto plazo entre un 10 y un 20%, mientras que a largo, éstos pueden llegar al 30%, una vez introducidos cambios estructurales en el desarrollo de un producto.
El proceso que plantea Benjamín Lorente consiste en la selección de un producto que tenga un periodo largo de vida y un volumen elevado de producción. Para su análisis “se busca un equipo interdisciplinar, no solo los ingenieros, sino de todas las áreas y se reúnen durante 3 días para ver qué funciones y usos tiene cada pieza. Posteriormente se desmonta completamente el producto, que puede ser un tubo de escape, un airbag, o una silla de terraza, o un grifo de lavabo. Pero también se desmonta el de la competencia y se busca cómo se puede mejorar cada pieza, sus características, su ensamblado”.
Lorente reconoce que en la industria española ya están implantados los sistemas de mejora continua en la producción, y los sistemas de Lean Manufacturing, pero que la mejora en el producto es un paso más allá “porque se trata de repensar continuamente en cómo podemos mejorar el producto y hacerlo más económico para ganar competitividad”.
Un comentario
Juan Carlos Viela
22 mayo 2013 at 22:07
Esta misma filosofía la vengo aplicando desde hace unos 20 años a los productos no tangibles, con series suelen ser de una unidad, en los que los costes de personal son los más importantes.
Los ahorros de costes son similares a los propuestos. La mejora es compatible con la operación, se puede monitorizar permanentemente y las inversiones que precisa son ínfimas.
La eficacia está contrastada en almacenes, procesos de fabricación y tareas administrativas de empresas de servicios. También se puede aplicar en hipermercados y empresas de distribución, entre otros.
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