Por Ana Mariani, directora de transición de carreras en LHH (Grupo Adecco) .- Hoy en día, todos hemos oído hablar de lo que es hacer networking. Pero lo importante no es conocer el concepto sino saber cómo hacer buen networking. Establecer una red de contactos de forma “eficaz”, es decir, considerar que la gestión de nuestro networking es capaz de producir el resultado deseado, es muy personal, y podría tener un significado muy diferente para cada profesional y necesitar de diferentes fórmulas para cada caso.
Sin embargo, desde una mirada más centrada en el desarrollo y gestión de carreras profesionales y, sobre todo, a nivel directivo, me atrevo a decir que “eficaz” se podría asociar al hecho de conseguir que tu red de contactos directa e indirecta te reconozca y recuerde como tú quieres ser reconocido y recordado. Es decir, el cómo te ven y el cómo quiero que me vean a nivel profesional y personal coincide. Y en este sentido, un indicador sobre cómo lo estamos haciendo se asocia a que la gente te busca y pide tu asesoramiento o feedback en aquellos temas que te interesa posicionarte como experto.
Además, paralelamente, otra manera de saber que tu gestión de la red es beneficiosa para tu proyecto profesional presente y futuro, se vincula a tu capacidad de mantenerte informado sobre “quién es quién” en tus áreas de actuación y de interés (en tu profesión, empresa y sector actuales o deseados).
Sin embargo, más allá de buscar signos concretos que demuestren esta adecuada gestión de tu networking, lo que marca la diferencia es que tú dediques tiempo a realizar “intercambios con propósito” (virtuales o presenciales), y esto quiere decir que desarrolles relaciones en donde puedas ser auténtico y mostrarte genuino para que estos momentos que compartes con tu red puedan transformarse en relaciones duraderas.
Actitud generosa por encima de todo
Desde el punto de vista de la gestión de carreras profesionales, es clave desarrollar una mirada positiva y una estrategia constructiva con respecto a lo que significa “alimentar” nuestra red de contactos.
Los “grandes networkers” poseen una actitud generosa en relación con cómo invierten tiempo en su red, están más dispuestos “a dar que a recibir”, y esto significa que colaboran desinteresadamente con aquellas personas que forman parte de su networking y comparten su conocimiento experto con los demás (en canales on line y off line).
Participan activamente en foros donde puedan aportar, convirtiéndose en referentes en su actividad profesional o en especialistas dentro de algún área concreta.
Además, estos networkers, en sus calendarios mensuales, siempre reservan un espacio para reuniones formales o informales con aquellas personas de su círculo personal o profesional con quienes puedan intercambiar inquietudes, pedir o dar feedback sobre algún tema de tendencia, y hasta incluso, presentarse mutuamente a nuevos contactos y ampliar la red.
Paralelamente, también es importante mantener una frecuencia, como mínimo, bimensual, de asistencia a eventos en asociaciones y colegios profesionales, escuelas de negocios, etc. Metafóricamente podríamos decir que estos encuentros son “el termómetro” que nos permite medir cuán actualizados estamos en nuestra actividad profesional, área funcional o sector del que formamos parte.
Nuestra mejor red de contactos
En términos generales, la red de contactos está formada por todas aquellas personas que por razones profesionales o personales tienen relación contigo, conocen los sectores que te interesan, conocen a alguien en el sector donde te gustaría posicionarte, saben dónde existe una necesidad de puestos acorde con tu perfil y lo comparten contigo, te pueden poner en relación con otro contacto con poder de decisión. También forman parte de ella aquellas personas que, si estás en un momento de transición profesional, pueden recomendarte o posicionarte en un proceso de selección, las que pueden tener la necesidad de cubrir un perfil como el tuyo en su propia compañía o conocer necesidades en tu mercado laboral objetivo y las que son capaces de asesorarte o mentorizarte en la gestión de tu carrera profesional.
Sin embargo, si tuviéramos que especificar qué define un “buen contacto”, diríamos que son “aquellas personas que están dispuestas a hablar bien de ti, incluso, sin que tú llegues a solicitárselo”. Y “hablar bien”, con relación a la reputación profesional, se entiende como ese mensaje que difunden sobre ti que logra posicionarte de la forma que tú lo necesitas para seguir creciendo.
Tus “buenos contactos” son tus sponsors de carrera, dejan en otros una “huella sobre tu imagen profesional y personal tal como tú deseas posicionarte”.
Tanto nuestros contactos personales como profesionales forman parte de nuestra red, y probablemente, dependiendo del momento y del objetivo, con todos ellos, podremos mantener intercambios enriquecedores. En algunas ocasiones, recibiremos apoyo o información útil, y en otras, seremos nosotros quienes tendremos la excelente oportunidad de ayudar.
Y en este sentido, un ejercicio de reflexión útil para clasificar a nuestros contactos y poder acceder a un mapa relacional claro, que nos indique dónde podríamos reforzar nuestra red si lo deseáramos, es separarlos en dos grandes grupos: personales y profesionales. Y después, categorizarlos por nivel de proximidad en tres: conocidos, aliados y sponsors. Los conocidos, son aquellos con los que os identificáis sólo por el nombre, pero el nivel de confianza mutua es bastante bajo. Los aliados, son aquellas personas con las que tienes mayor nivel de proximidad y que por ambas partes, si necesitarais un favor, sabríais cómo contactar y comentar abiertamente la petición. Y finalmente, los sponsors son aquellos, que están dispuestos a darte visibilidad de forma positiva en otros foros, y vincularte a contactos de tu interés sin que tú tengas que solicitarlo.
En cualquier caso, para contar con un “mapa de tu red de contactos” potente y con sponsors en los planos personales y profesionales, hay que trabajar en algunos pilares clave de forma continua: autoconocimiento, tener claro tus objetivos a medio y largo plazo, empatía con tu entorno y, sobre todo, una actitud solidaria.
