Reuniones, presentaciones a la directiva o a clientes, reuniones de equipo o incluso una cita en grupo puede acabar siendo una verdadera tortura para mucha gente.Lo que se ha venido a denominar miedo escénico o pánico a hablar en público podría, dependiendo de la persona, acabar con episodios de ansiedad, temblores o incluso pérdida de sueño. No solo se manifiesta a nivel psicológico, sino que también tiene un componente fisiológico que puede incluso llegar a paralizar a la persona.