¿Recuerdas cuando eras pequeño?… Antes de siquiera aprender las vocales y las letras, ya pintabas en las paredes, cogías cualquier boli que pillaras por ahí y te ponías a dibujar árboles, soles y grandes montañas (las niñas también dibujábamos corazones). Los primeros regalos que le diste a tu padre y a tu madre fueron divertidos dibujos en los cuales representabas cuánto los querías. Y cuando tenías entre 3 y 7 años nada te hacía tan feliz como un cuaderno de dibujo y tus lápices de colores.
Gracias a ellas se vieron capaces de organizar la caza, el poblado y las tareas de la comunidad. El pensamiento visual es un concepto en boga, aunque fue nombrado por Rudolf Arnheim’s ya en el año 1969; pero la verdad es que siempre se ha utilizado.
El pensamiento visual es una herramienta que consiste en volcar y manipular ideas a través de dibujos simples y fácilmente reconocibles, creando conexiones entre sí por medio de mapas mentales, con el objetivo de entenderlas mejor, definir objetivos, identificar problemas, descubrir soluciones, simular procesos y generar nuevas ideas.
Laura Gutiérrez Araujo en el Blog www.extremservicejam.wordpress.com
Twitter: @lauracrisgu
› Lee este artículo en FOCUS ORH+