IA, salud mental, rotación, desconfianza en los planes de capacitación… el mundo laboral pisa un escenario inestable, en el que la velocidad deja cada vez más patentes importantes carencias en la capacitación. No se trata de generaciones, sino de una necesidad que afecta a todo el talento y en donde las empresas son conscientes de sus retos, pero también de sus dificultades. Y la principal clave es convertir al empleado en el centro de su propio plan de desarrollo y adoptar un modelo de gestión que no solo forme sino que cambie la cultura del aprendizaje. Un modelo de empresa realmente transformadora.
Cultura del cambio, del aprendizaje continuo, la organización como foco y el empleado como centro, la fórmula que se propuso en el Webinar ORH “Las siete dimensiones críticas en la gestión del talento”, organizado junto a Cornerstone y que contó con la participación del vicepresidente de la compañía para el sur de Europa, Marc Altimiras, y Virginio Gallardo, socio director de Humannova
En su presentación, Marc Altimiras comenzó por situar el escenario en el que se está moviendo en estos momentos la gestión del talento, un panorama presidido por:
• Las turbulencias en el empleo: despidos, alta rotación (26% de trabajadores que prevén cambiar de trabajo el próximo año) y aumento del desempleo.
• Una crisis global de habilidades: con una clara carencia (el 63% de los jóvenes de todo el mundo carece de competencias digitales) y unos CEOs preocupados que consideran prioritario mejorar en este aspecto.
• Y una actualidad que recrudece las expectativas: más problemas de salud mental, irrupción de la IA y dificultades para aprovechar las nuevas tecnologías.
Con estos desafíos por delante y una necesidad de velocidad cada vez mayor para estar a la altura de los cambios del mercado, las empresas están abocadas a revisar y mejorar sus programas de gestión del talento. El recorrido que propuso Marc Altimiras está basado en los resultados del índice de Salud de la Gestión del Talento 2023, realizado por Cornerstone.
Las conclusiones de este trabajo guían a las organizaciones a crear un plan donde estén representadas siete dimensiones; Cultura y Tecnología; Gestión del Rendimiento; Estrategia de Habilidades; Movilidad del talento; Formación y Desarrollo; Informes, Datos y Análisis del Talento; y Estrategia de Contenidos. Y como foco de todo ello, el propio empleado: que quiere aprender, reclama oportunidades y necesita mayor confianza en la capacidad de su empresa para formarle. Potenciar su desarrollo contribuye a generar organizaciones de alto rendimiento donde el talento es el motor que hace crecer y tener éxito a todo el grupo.
Los 4 pilares de un programa de gestión de talento saludable
Fuente: Cornerstone, 2023.
Las empresas deben formar a los empleados en lo que les motiva y demandan
Tomando este hilo, el segundo ponente, Virginio Gallardo, expuso cuáles son las estrategias que abordan las compañías para avanzar hacia un modelo de empresa transformadora. Aun reconociendo que existen muy pocas organizaciones que respondan a perfiles tan avanzados, desmenuzó las dos metodologías esenciales que acompañan, de manera indivisible, el desarrollo profesional y el aprendizaje: una en la que el empleado dirige su carrera a través de los espacios personales de aprendizaje y otra en que es el departamento de RRHH el que decide cómo guiar ese desarrollo y hacia qué perfiles, con propuestas de formación para su upskilling o reskilling.
Tomando como ejemplo las habilidades digitales, en las que la empresa pone más el foco en este momento, explicó cuáles son las características del nuevo liderazgo y de una cultura de empleado digital, las habilidades que requiere y la manera de llevar a la empresa hacia esa forma de trabajar en entorno colaborativos.
“Hay muchas formas de suicidio profesional. El más ingenuo y cruel es no asegurar tu adaptación al cambio”.
Fuente: Virginio Gallardo, 2023.