La inteligencia emocional es la clave para un liderazgo de éxito

Jaime Rodríguez6 mayo 20227min

El jefe hace las normas y el jefe se salta las normas. Pero no sin consecuencias. Las personas que toman la iniciativa, que tienen visión y que pueden diseñar estrategias, planificar y alcanzar objetivos para lograr que este triunfe, se consideran buenos líderes. Poseen habilidades que son reconocibles en cualquier contexto: el trabajo, el aula, la política e incluso dentro de la familia. Pero, ¿qué pasa con otro tipo de capacidades que también conforman a un buen líder? Ojo, no son solo habilidades profesionales –puede estar altamente capacitado y muy competente y reconocido en su campo–, sino también aquellas que contribuyen a su capacidad para trabajar bien con otros y llevar a su equipo y a su empresa al éxito.

Ahí es donde entra la inteligencia emocional. Esa que se define como “la capacidad de percibir con precisión las emociones propias y ajenas; el comprender las señales que envían estas para gestionar las relaciones; y el manejo no solamente de las emociones propias, sino también de las de los demás”. Hasta el punto de que, si bien los grandes líderes pueden beneficiar a una organización de muchas maneras, la inteligencia emocional se ha propuesto como un factor para determinar si es verdaderamente efectivo más allá de los grandes números: con sus equipos.

¿Por qué es importante en el liderazgo?

La inteligencia emocional (IE) se ha vuelto cada vez más valiosa, a medida que las organizaciones enfatizan las habilidades de liderazgo que permiten a quienes las poseen establecer una relación con sus empleados. Necesitan IE si quieren destacar como líderes eficaces que puedan motivar a quienes les rodean a alcanzar el éxito, y sobre todo si desean que quienes trabajan bajo su supervisión se sientan bien consigo mismos en la oficina.

Una de las razones por las que la inteligencia emocional se ha vuelto tan relevante en el liderazgo es que permite a los líderes empatizar con los demás. La empatía les permite comprender por lo que están pasando sus equipos y lo que necesitan de ellos. Tanto como lo que no necesitan. Les facilita conectar mejor con cada uno, lo cual mejora sus niveles de rendimiento.

Otra razón por la que la inteligencia emocional es importante para el liderazgo es que mejora la colaboración misma entre los miembros del equipo, puesto que ayuda a crear confianza. Lo que a su vez permite que las personas de diferentes equipos o departamentos se sientan cómodas trabajando juntas para lograr objetivos comunes. Cuando todos desarrollan un sentimiento de pertenencia y tienen voz, así como la seguridad de que aquellos de quienes reciben órdenes serán justos a la hora de tomar decisiones sobre cómo hacer el trabajo, están sin duda más motivados para ir más allá de lo que esos líderes esperan de ellos.

Clientes más felices y empleados más comprometidos

Los beneficios de la inteligencia emocional facilitan que las personas se lleven bien; sienten que una visión compartida ayuda a elevar la moral. Además, cuando los empleados se sientan seguros de su capacidad para desenvolverse en el trabajo, ese impulso les ayuda a convertirse en general en mejores trabajadores.

Y es también sinónimo de clientes más felices, porque el equipo se siente bien con lo que hace cada día; de aumento de los niveles de productividad de los departamentos y de disminución de las tasas de rotación dentro de la empresa. Todo un lujo, en estos tiempos que corren de fugacidad del talento y escasez de formas de retenerlo.

¿Cuál es la importancia de la IE en el liderazgo?
Los líderes con alta inteligencia emocional están mejor preparados para manejar situaciones difíciles y navegar a través de situaciones desafiantes. Son más eficaces a la hora de crear equipos sólidos, llevar a cabo una comunicación eficaz y dominar la tan deseada gestión del cambio. Hay muchas razones por las que la IE es importante en el liderazgo:
  • 1. Lo primero que deben comprender los líderes son sus propias emociones, y cómo afectan estas a su toma de decisiones. Si no alcanzan a analizar sus propias emociones, les resultará aún más difícil comprender las de los demás.
  • 2. En segundo lugar, los líderes deben poder “leer” las emociones de los demás. Por supuesto, esto es especialmente importante en un entorno de equipo, donde es esencial comprender cómo se sienten sus distintos miembros y qué necesitan para ser productivos.
  • 3. Además, los líderes deben ser buenos comunicadores. Necesitan expresar sus sentimientos con claridad y eficacia, y escuchar con empatía cuando son los demás quienes hablan.
  • 4. Por supuesto, los líderes deben manejar el estrés y mantener el equilibrio emocional. Cuando las cosas se ponen difíciles, deben mantener la calma y la concentración para conducir la nave a puesto seguro.
  • 5. Y finalmente, los líderes deben modelar ese comportamiento que quieren que sus empleados emulen. O dicho de otro modo: si desean que sus empleados sean emocionalmente inteligentes, deben mostrarles el camino, cómo se hace.

No hay discusión medianamente razonable sobre si la inteligencia emocional es importante o no en cualquier relación. En especial en un rol de liderazgo. Los líderes con alta IE pueden construir mejores relaciones con sus empleados, con los clientes y hasta con los competidores. Y por supuesto están mejor preparados y es más probable que tengan éxito en las iniciativas de gestión del cambio.

Fuente: The Gottman Institute

Imagen: 123RF


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