La sostenibilidad, el respeto al medio ambiente y el cuidado de las personas son los principios de Actiu, una empresa de Castalla (Alicante), especializada en mobiliario de oficina y para espacios contract, que lleva años promoviendo el respeto de la naturaleza y a las personas en cada uno de sus proyectos.
Tanto es así, que su Parque Tecnológico, inaugurado en 2008, es autoabastecible desde el punto de vista energético. Hace dos años, recibió la certificación Leed Platino por su arquitectura sostenible (previamente Leed Oro en 2011). De hecho, Actiu es la única empresa industrial del mundo en contar, conjuntamente, con los sellos WELL v2 y LEED Platino, que certifican que es una compañía saludable y medioambientalmente eficiente.
«En un momento en el que todos debemos tener en cuenta los Objetivos de Desarrollo sostenible de las Naciones Unidas para poder mantener nuestro planeta, el compromiso de empresas que miran por el cuidado del medioambiente y de sus empleados es, más que nunca, una apuesta por las personas, pero también por nuestro entorno. Desde que concebimos el Parque Tecnológico Actiu, queríamos unas instalaciones conectadas con la naturaleza, coherentes con nuestros valores y nuestra manera de ser. Que no sólo cuidarán del planeta, sino que también lo mejoraran a través de las buenas prácticas que hemos implantado con nuestro equipo, y que tuvieran en cuenta su bienestar”, comenta Soledat Berbegal, Consejera y directora de Reputación de Marca de Actiu.
El Parque Tecnológico Actiu cuenta con una de las mayores plantas fotovoltaicas sobre techo industrial de Europa, con tecnología de última generación capaz de generar cinco veces más energía de la que necesitan sus instalaciones y evitar la emisión de 3.060 toneladas de CO2 al año. Es autosuficiente en el uso del agua y cuenta con depósitos subterráneos para el acopio de agua de lluvia en los que se pueden almacenar en total 9.550 metros cúbicos – que equivaldrían al contenido de 4,5 piscinas olímpicas -, gracias a los sistemas incorporados en las cubiertas de la empresa. Asimismo, la instalación ha sido diseñada para aprovechar al máximo la luz natural, mediante lucernarios en cubierta y acristalamiento de las fachadas.
El mobiliario que se diseña y fabrica en Actiu también ha formado parte de la evaluación de la certificadora de Leed, ya que el proceso de fabricación se realiza bajo parámetros de sostenibilidad y eficiencia y, además, incorpora los valores de la ergonomía que contribuye a mejorar la calidad de vida de los usuarios.
Paralelamente, la Certificación Well v2 Platino, que concede el International Well Building Institute (IWBI), puntúa una serie de parámetros que determinan en qué medida un espacio de trabajo garantiza la salud y bienestar. Iluminación, calidad del aire y del agua, alimentación, movimiento físico, acústica, temperatura y estado de ánimo son algunos de los factores que examina.
Actiu ha aprovechado las ventajas que ya suponían contar con un complejo industrial sostenible arquitectónicamente y ha realizado una serie de modificaciones en el interior para adaptarse a las estrictas directrices del certificado Well v2 Platino. Esos cambios incluyen situar puntos de agua a menos de 30 metros de cualquier zona de trabajo, implantar medidas de promoción del deporte, con la presencia de entrenadores deportivos y el acondicionamiento de un gimnasio. Se han incorporado máquinas expendedoras de alimentos saludables y se han adecuado los sensores que miden la calidad del aire y del agua.
Además, los puestos operativos se han actualizado con los nuevos programas de mobiliario de Actiu, más dinámicos, que facilitan la comunicación y la comodidad. Poder cambiar de postura a lo largo del día mejora las condiciones físicas. De ahí que se esté consolidando la posibilidad de alternar el trabajo sentado y de pie, con mesas como Talent, Power y Mobility.
El proyecto de interiorismo se ha basado en el diseño biofílico, que evoca patrones de la naturaleza, mediante formas orgánicas y acabados naturales como maderas y colores suaves. Los jardines interiores se han reforzado con “córners verdes” y se han aprovechado las cristaleras para maximizar la luz natural.
Este proceso transformador se ha traducido en empleados que se sienten realmente confortables en el espacio en el que trabajan, que saben que se ha diseñado para ellos y que ese diseño beneficia tanto a su salud como al territorio en el que habitan. Además, la colaboración y la comunicación entre los equipos no sólo es más natural sino más eficiente. Un bienestar que tiene un impacto directo en la motivación y en el rendimiento de todos.