El humanismo en el liderazgo es un concepto que trasciende a la individualidad del líder. El líder humanista sale de sí mismo para escuchar, acompañar y, también, para ayudar a crecer a los demás convirtiéndose, a su vez, en un líder multiplicador. Más que atributos lo que tiene son actitudes interiorizadas como hábitos que les les identifican no por lo que dicen sino por lo que hacen.
La realidad empresarial actual, caracterizada por una diversidad sin precedentes en los equipos y una creciente expectativa hacia la sostenibilidad y la ética corporativa, demanda un liderazgo que aproveche la inteligencia colectiva y que también multiplique y potencie a cada persona en su organización. Lo contrario, la ausencia de una mentalidad multiplicadora, enfocada en centralizar decisiones y limitar la innovación interna, puede ralentizar el crecimiento de las empresas al propiciar culturas organizacionales que desmotivan y que perjudican la retención de talento.
BTS, creadora del modelo de “Multiplicadores-Disminuidores”, explica qué caracteriza al líder que crece haciendo crecer el de quienes le rodean:
- Imanes de talento: entienden y aceptan con ilusión su responsabilidad de desarrollar y hacer crecer al talento de la compañía. Su objetivo es dejar de infrautilizar las capacidades de sus equipos y destapar todo su potencial. Atraen el talento por estas cualidades.
- Liberadores: son capaces de crear más y mejores espacios para que otros puedan pensar y aprender, al tiempo que aplican la presión justa para seguir consiguiendo el mejor desempeño de los equipos.
- Retadores: aumentan el conocimiento y la experiencia de los demás creando oportunidades y desafíos que los lleven más allá de lo que saben e incrementando sus contribuciones.
- Creadores de debates: sitúan los debates en el marco estratégico, solicitan diferentes opiniones y perspectivas, pero entienden que la decisión final puede corresponderles a ellos. Durante el proceso, los líderes multiplicadores se mantienen siempre abiertos a escuchar y explorar otros puntos de vista.
- Inversores: invierten en los demás, infunden confianza y establecen una mayor implicación de principio a fin para sus equipos. Así, ceden su liderazgo en ciertos momentos, dejando que los implicados sigan siendo responsables de las posibles consecuencias de sus decisiones, pero permitiendo a su vez el desarrollo de los equipos y su toma de decisiones.