Masterclass 14/11: La gestión del desempeño como motor económico en tu empresa
La fórmula de la productividad ha cambiado y las empresas se afanan en encontrar su nueva unidad de medida. La gestión del desempeño está en el centro de la revisión, con sistemas más líquidos y ágiles que permitan maximizar la eficacia del desempeño del empleado tomando decisiones transversales sobre su desarrollo. De fondo, la construcción de una cultura de compromiso medible en términos de esa nueva productividad. La masterclass «La gestión del desempeño como motor económico en tu empresa», organizada por Lucca, proporcionará las bases para desarrollar un sistema de gestión del desempeño eficaz que no solo motive a los equipos, sino que también genere un impacto positivo y cuantificable en los resultados económicos de la empresa. A través de un enfoque integral, María Ángeles Aguilar, consultora experta en RR.HH., analizará desde las evaluaciones y planes de desarrollo hasta las estrategias de retención y los procesos de desvinculación. Conversamos con ella para adelantar algunas de las ideas que compartirá.
ORH) ¿Con qué nuevos parámetros se ha de medir la productividad en el actual cambio de ciclo económico?
A.A.- En el contexto actual, en el que la economía se enfrenta a cambios constantes, los parámetros de productividad deben evolucionar para reflejar aspectos más integrales y cualitativos. Más allá de las métricas tradicionales de rendimiento, como los resultados y tiempos de entrega, es esencial integrar indicadores de adaptabilidad y flexibilidad, como la rapidez en adoptar nuevas tecnologías o en asumir roles cambiantes según las necesidades de la empresa. Además, se deben evaluar los resultados en términos de impacto: es decir, qué tan bien contribuyen las tareas de cada empleado a los objetivos estratégicos y sostenibles de la organización.
La colaboración y el trabajo en equipo también deben considerarse como indicadores clave, ya que en un entorno económico incierto, los resultados sostenibles surgen del trabajo colectivo y no solo del desempeño individual. En este sentido, medir el compromiso y la satisfacción del equipo con sus objetivos y valores alineados a la cultura organizacional cobra mucha relevancia, ya que empleados motivados y comprometidos tienen una mayor probabilidad de adaptarse y mantener la productividad en épocas de incertidumbre.
ORH) ¿Cómo utilizar el sistema de gestión del desempeño para reforzar el compromiso con la organización?
A.A.- El sistema de gestión del desempeño es una herramienta poderosa para fortalecer el compromiso de los empleados si se estructura en torno a la claridad de objetivos, el feedback continuo y el reconocimiento significativo. Al establecer objetivos claros y medibles que conecten el trabajo de cada empleado con los propósitos de la organización, ayudamos a que cada persona vea el impacto real de su rol.
Por otro lado, el feedback debe ir más allá de las evaluaciones anuales; la retroalimentación frecuente y constructiva permite que los empleados se sientan valorados y respaldados en su desarrollo. Este sistema también debe incluir el reconocimiento de logros, no solo en términos de resultados, sino en la superación de desafíos o la capacidad de innovación.
Un sistema que se enfoque en el crecimiento del empleado, ofreciéndole oportunidades de desarrollo, mentoría y aprendizaje, fomenta un compromiso genuino. Es importante que los empleados perciban que su crecimiento y satisfacción también son prioridades de la organización, lo que impulsa su conexión y lealtad hacia la empresa.
ORH) ¿De qué manera la gestión del desempeño puede contribuir a reforzar la cultura corporativa y la sostenibilidad?
A.A.- La gestión del desempeño puede ser clave para reforzar una cultura corporativa sólida y sostenible al alinearse con los valores y objetivos estratégicos de la organización. Cuando los criterios de desempeño no solo evalúan los resultados, sino que también consideran cómo se alcanzan estos resultados —por ejemplo, promoviendo el respeto, la ética y la innovación—, se fomenta un entorno donde los empleados internalizan y refuerzan esos valores.
Al establecer metas que incluyan indicadores de sostenibilidad, como la eficiencia en el uso de recursos o el impacto en la comunidad, el sistema de desempeño se convierte en un impulsor de la responsabilidad social y ambiental. Además, al premiar prácticas de colaboración, se refuerza la idea de que el éxito no es solo individual, sino compartido, lo cual fortalece una cultura organizacional cohesionada y responsable.
Por último, la gestión del desempeño permite que los empleados comprendan el rol que juegan en los objetivos sostenibles de la empresa, creando así un vínculo emocional y de corresponsabilidad con la organización.
ORH) ¿Cómo se puede crear cultura de evaluación en los managers? ¿Y cómo hacerlo en los empleados para vehicular la corresponsabilidad?
A.A.- Crear una cultura de evaluación en los managers empieza con formación específica en gestión del desempeño, donde se les capacite para dar y recibir feedback de forma constructiva. Además, es crucial que ellos mismos experimenten procesos de evaluación efectivos y vean el valor de estas prácticas. Incentivar a los managers para que integren evaluaciones regulares en sus equipos, y darles herramientas para realizar esas evaluaciones de manera transparente y justa, ayudará a construir una cultura de evaluación positiva y continua.
Para los empleados, el enfoque debe estar en que perciban la evaluación como una herramienta de desarrollo más que como un juicio. Al involucrarlos en el establecimiento de sus propios objetivos y en el proceso de revisión, se crea un ambiente de corresponsabilidad donde cada persona asume su rol en el cumplimiento de las metas de desempeño. Además, la transparencia en los criterios de evaluación y la retroalimentación constante fortalecen su compromiso y comprensión del proceso, lo que los convierte en protagonistas activos de su propio desarrollo y desempeño dentro de la empresa.
- Diseñar e implementar un sistema de gestión del desempeño que alinee los objetivos individuales con los de la organización.
- Medir el impacto económico de tus políticas de desempeño y comunicarlo de manera efectiva a la Dirección.
- Desarrollar estrategias que no solo optimicen el rendimiento de tu equipo, sino que también impulsen la rentabilidad y la sostenibilidad de tu organización.