Liderar el cambio significa cambiar la forma de liderar

Jaime Rodríguez4 abril 20227min

Puede parecer una idea propia de Perogrullo, pero adaptar el propio enfoque de liderazgo es imprescindible para lograr el cambio que requiere la organización liderada. Porque, como escribió Marcel Proust: “Cambio yo, cambia todo”. Pues bien, el MIT Sloan Management Review señala algo que todos ya sabíamos, y es que liderar el cambio es una de las principales tareas del directivo; pues todo buen líder empresarial debe estar preparado para tomar las riendas de la organización y llevarla hacia otro punto en su camino, cuando la situación lo demanda. La novedad es que aporta algunos requisitos para implementar el cambio de forma efectiva; para cambiar antes de hacer cambiar.

Por ejemplo, uno de los desafíos más recientes –y no exento de dificultad– a los que se que enfrentan los líderes hoy en día es que los requisitos del trabajo pueden cambiar de manera dramática e impredecible; como ha quedado claramente demostrado tras los acontecmientos vividos estos dos últimos dos años. Por necesidad, los líderes han tenido que dividir su atención entre responder a la pandemia en sí, además de administrar una fuerza laboral dispersa y remota.

E incluso se han visto aún más presionados por circunstancias como la justicia social, las interrupciones de la cadena de suministros, el cambio climático, la creación de espacios y la planificación de jornadas y horarios de trabajo híbrido o la inestabilidad geopolítica.

Efectivo, según el contexto

Sería fácil concluir, como lo han hecho muchos otros analistas antes, que los requisitos clave del liderazgo son la flexibilidad y la empatía. Si bien se trata de cualidades que son ciertamente beneficiosas, en especial en este momento específico y estresante, el requisito perdurable del liderazgo es ser efectivo en el contexto de la organización.

O dicho de otro modo, los líderes efectivos son aquellos que ajustan su enfoque del liderazgo para adaptarse a las circunstancias de su entorno y a los desafíos a los que se enfrentan.

La historia está repleta de ejemplos de personas que demostraron un liderazgo extraordinario en determinadas circunstancias, pero que no pudieron o no quisieron cambiar posteriormente su enfoque, su forma de ver el liderazgo. En los negocios, se observa con frecuencia que un fundador rara vez es el líder más adecuado para dirigir el negocio una vez que alcanza cierta escala. Porque requiere un estilo diferente de liderazgo y habilidades.

El éxito de Inditex es en parte un testimonio de la autoconciencia de Amancio Ortega, quien ha sabido reconocer la necesidad de alejarse del rol de CEO. Las tribulaciones actuales de Facebook, por buscar su contrapunto negativo, se deben en parte a que Mark Zuckerberg no ha querido reconocer nunca esta necesidad.

Imperativos para liderar un cambio efectivo

En nuestro trabajo con los líderes, los animamos a pensar en la eficacia contextual como algo que comprende tres tareas principales:

    • Crear un sentido de urgencia. Toda meta tiene un comienzo. Es clave, en el inicio, establecer la importancia de aquello que se desea cambiar y cuál es el tiempo que tomará implementar dicho cambio. Los grandes líderes reconocen un problema antes de que se convierta en una emergencia.
    • Dibujar una visión futura a conseguir. Es fundamental mapear constantemente la dinámica cambiante del entorno de la empresa y crear una visión clara y priorizada de hacia dónde debe dirigirse el negocio. esta visión es parte de los pilares de toda empresa, ya que refleja qué hará para cumplir los objetivos prometidos a todas las partes interesadas.
    • Establecer mecanismos para comunicar esa visión. Esto debe implicar a los distintos estamentos de la organización y a quienes se relacionan con ella, pues es clave que todos estén informados claramente sobre los objetivos a alcanzar. La mentalidad del líder impulsa una convicción compartida sobre la necesidad de transformación y un entusiasmo por las mejoras que traerá consigo un cambio exitoso. Este entusiasmo es vital porque lograr el cambio es más difícil que mantener el statu quo.
    • Conseguir una alianza por el cambio. El compromiso laboral es un factor esencial para llevar a cabo los planes trazados. Los colectivos implicados, dentro y fuera de la organización, deben estar alineados para este fin. La participación colectiva, la creación de planes de acción conjunta y el convencimiento a los proveedores o licitadores son ejemplos de acciones a realizar en toda organización.
    • Buscar éxitos a corto plazo. Si bien el cambio tiene un carácter de largo plazo, son los éxitos a corto plazo los que hacen que las cosas caminen. Tener pequeñas conquistas convencerá a los escépticos y resaltará lo positivo de lo nuevo.
    • Crear las estructuras organizativas capaces de llevar a cabo la misión. Para llegar a buen puerto, las áreas y equipos de trabajo deben estar debidamente engranados. No debe pretenderse lograr el cambio si es que no se cuenta con los insumos adecuados. Las estructuras organizativas correctas, una vez logrados los objetivos, llegarán a preguntarse cómo podían hacerse las cosas de otra manera.
    • Generar periódicamente nuevas mejoras. Una vez que el cambio ha sido implementado, toca trabajar en su mejoría. Mantener la organización en tensión es necesario, ya que siempre debe haber nuevos retos.

Imagen: 123RF


Observatorio de Recursos Humanos

ORH | Observatorio de Recursos Humanos

Desde 2006 trabajamos para ofrecer contenidos e información de valor para el profesional de la gestión de RRHH, con el convencimiento de que el conocimiento, en sus vertientes de creatividad, innovación y aprendizaje continuo, es el principal valor de una dirección eficaz.



Contacta con nosotros


Nuestros Otros Proyectos


Suscríbete al boletín

* campos obligatorios
Acepto las condiciones de uso y la política de privacidad


Síguenos en Redes Sociales