La transformación organizacional se ha convertido en un proceso constante y profundo en la mayoría de empresas, tal y como reflejó el Encuentro Anual de la Fundació Factor Humà celebrado en Barcelona. Más de un centenar de directivos coincidieron en que el cambio se sustenta principalmente en personas, liderazgo y cultura, muy por encima de la tecnología. El debate puso de relieve la necesidad de reforzar la alianza entre Dirección General y Dirección de Personas, así como la importancia de escuchar, comunicar y cuidar para sostener la innovación.
La encuesta realizada entre los asistentes reflejó un consenso: la gran mayoría de la Alta Dirección y de las Direcciones de Personas considera que sus organizaciones atraviesan un proceso de transformación intenso y permanente.
Palancas de cambio
La experta en desarrollo de equipos y People & Organisational Shaker, Emma Giner, abrió la jornada con un mensaje claro: “Necesitamos modernizar las organizaciones a través de nuestra gente. Las organizaciones debemos promover autonomía, pensamiento crítico, proactividad y sentido de propósito. Hay que encontrar roles alineados con los talentos de las personas. Liderar hoy significa crear contextos donde la gente pueda contribuir plenamente y no solo rendir”.
Los resultados de la encuesta corroboraron esta visión:
- Liderazgo (69%) y estrategia alineada con la transformación (54%) se identifican como las principales palancas de cambio.
- La tecnología (28%) queda en un segundo plano.
La conclusión es clara: la transformación actual se construye sobre personas, cultura y liderazgo, más que sobre herramientas.
Roles en la transformación
El director de la Fundació, José Miguel de la Dehesa, moderó la mesa redonda “¿Qué esperamos los unos de los otros?”, con la participación de referentes de ambos ámbitos: Marc Castells (Basetis), Adrià Comella (Hospital Sant Pau), Sandra Vilaseca (NTT DATA Iberia), Marta Rodríguez (Mercabarna) y Georgina Martí (Kave Home).
Uno de los hallazgos más relevantes fue la diferencia de percepciones sobre el papel del Área de Personas:
- La Alta Dirección lo considera estratégico.
- Los propios responsables de Personas tienden a verse con un rol más operativo.
Frente a ello, Marta Rodríguez defendió que: “Este rol ha pasado de representar departamentos estancos a convertirse en un agente estratégico, una pieza clave en la transformación y el hilo conductor entre las personas y la estrategia”.
En la misma línea, Georgina Martí señaló: “El Área de People somos aliados estratégicos de esta transformación y ningún cambio es posible ni sostenible en el tiempo sin las personas que están detrás”.
La visión de la Dirección General
Los representantes de la Alta Dirección coincidieron en subrayar la conexión esencial entre estrategia y personas:
- Adrià Comella: “En los cerebros de las personas está la innovación y esa creatividad no tiene salida sin una estructura que acompañe las buenas ideas. El 90% de todo lo que quieres hacer desde la Dirección recae en el ámbito de Personas”.
- Sandra Vilaseca: “La Dirección General establece la visión, pero es necesario trabajarla colectivamente. La transformación debe ser permeable a toda la organización y debe ir acompañada de una cultura del aprendizaje y de la evolución del talento”.
- Marc Castells: “Hay que construir entre todos y todas. Las personas deben ser copartícipes en imaginar cuál es el futuro de la organización”.
Escuchar, comunicar y cuidar
La mesa redonda coincidió en que la transformación solo es sostenible si se acompaña de escucha y cuidado hacia las personas:
- Marta Rodríguez: “El equilibrio solo existirá si ponemos la misma energía en innovar que en escuchar y cuidar. Innovar sin cuidar desgasta, pero cuidar sin innovar estanca”.
- Adrià Comella: “La cuestión clave es invertir todo el tiempo posible en escuchar a la gente tanto como se pueda y de forma auténtica”.
- Georgina Martí: “Es necesario comunicar abiertamente a las personas tanto los éxitos como los fracasos de la organización”.
- Marc Castells: “Si quieres que la gente lidere, hay que premiar el riesgo, el fracaso y, por tanto, el aprendizaje”.
- Sandra Vilaseca: “Un buen liderazgo debe promover la confianza en las personas, debe permitir que la gente se equivoque si es necesario y sea autónoma. Debe confiar”.