El listado de objetivos y prioridades -financieros, legales, de infraestructuras y maquinaria, de talento…- que maneja una pequeña o mediana empresa en su puesta en marcha es extenso y numeroso, y la seguridad, en numerosas ocasiones, no figura entre tales, quedando relegada a una segunda fase, cuando la empresa ya está operando. Este enfoque de la PRL como una obligación adicional vs. una prioridad interfiere en su impacto y aportación de valor.
“El arranque de una empresa es el momento en el que hay que tener en cuenta todos los riesgos y problemas que pueden frenar la actividad de la compañía; es aquí cuando la prevención de riesgos laborales resulta más eficaz y más valor aporta” asegura Teresa Moreno Carmona, jefa de la Unidad Técnica de Formación y Sensibilización del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo (IRSST) de la Comunidad de Madrid.
Conversamos con ella, en el marco del III Ciclo de encuentros “Salud Laboral 260″ organizado por el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo (IRSST) de la Comunidad de Madrid en colaboración con ORH, sobre las ventajas de una gestión preventiva eficaz y cuál es la hoja de ruta que una pyme ha de seguir para asegurarla.