La gestión de personas dentro de la empresa está muy focalizada en la captación y fidelización del talento. Sin embargo, en ocasiones se deja a un lado una herramienta que es clave para integrar a los nuevos trabajadores y que, sin duda, potencia su fidelidad. Hablamos del proceso de onboarding.
Speexx y ORH han diseñado una guía dirigida a los responsables de recursos humanos en la que se desgrana paso a paso el onboarding en la empresa y que se enmarca dentro de la iniciativa HR Cross Trends.
Los cuatro pasos clave de un buen onboarding
El proceso de integración de un trabajador en la empresa no comienza el día en que se incorpora a su puesto de trabajo, sino mucho antes. En el momento en el que el seleccionador decide que un candidato va a formar parte de la plantilla es cuando empieza el camino. Por ello, es importante que exista una buena comunicación desde el inicio.
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Comunica la contratación
Lo ideal es que se realice una llamada telefónica por la cual se informe al candidato de que ha sido seleccionado. La claridad y la transparencia deben ser piezas clave en esta comunicación. En este sentido, se deben acordar las condiciones laborales de forma precisa. Por último, hay que formalizar la propuesta por escrito detallando todos los aspectos que se han acordado previamente.
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Dos semanas antes de la incorporación
Para que el aterrizaje sea óptimo, hay que dejar todo preparado previamente. Hacerlo con dos semanas de antelación sería un plazo más que razonable.
Aunque resulte algo obvio, es importante tener listo todo el “papeleo”. Y con ello nos referimos al contrato, a la normativa de la empresa, a los protocolos administrativos o cualquier otra información que deba conocer el nuevo empleado.
Igual de relevante es dejar preparados los equipos de trabajo y el material necesario para el desempeño de sus funciones. Es lo que se conoce como welcome pack.
La entrada de un nuevo compañero no debe pillar de improvisto al resto del equipo. Por este motivo, es importante comunicar su incorporación con anterioridad y definir su papel dentro de la empresa.
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Su primer día de trabajo
La incorporación de una persona a una nueva empresa conlleva un proceso paulatino y organizado. Además de volver a comprobar que todo está listo para su llegada, hay que confirmar que el manager estará disponible para recibirle y que pueda enseñarle las instalaciones y presentarle a sus compañeros.
En esta primera jornada es deseable que se organice una sesión de acogida en la que se explique al profesional cuáles son sus responsabilidades en el puesto, las herramientas con las que va a trabajar, cómo son los procesos, los roles, etc.
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La primera semana en el puesto
Es recomendable establecer un programa de encuentros con profesionales de otras áreas para que el nuevo trabajador tenga un conocimiento más amplio de la empresa. En este sentido, es interesante crear actividades que den a conocer las oportunidades de desarrollo profesional y que promuevan la cultura corporativa.
En último lugar, y con vistas a mejorar su experiencia en la empresa, se puede establecer una reunión para preguntar por las primeras impresiones y recibir feedback del trabajador.
Ongoing: de 30 a 90 días después de la incorporación
Durante los tres primeros meses de trabajo debes asegurarte de que el empleado conoce las oportunidades de aprendizaje dentro de la empresa. También es importante monitorear de manera periódica y regular el compromiso que está adquiriendo con la organización, así como su integración con otros compañeros y su desempeño en el puesto.
Con el objetivo de mejorar futuros procesos de onboarding, puedes recabar información sobre su experiencia y sobre la visión que han tenido sus compañeros de su incorporación.