En ORH hemos abordado las claves para un proyecto en el metaverso de la mano de la consultora MIG Wellhuman y hemos ofrecido herramientas para trasladar el departamento de RRHH al metaverso junto con Accenture; también nos hemos planteado si la vida sigue igual de desigual en el metaverso. Pero para entender la realización de la distopía que ya planteó Neal Stephenson en Snow Crash, su novela ciberpunk publicada en 1992, nos seguimos planteando cuestiones sobre, por ejemplo, qué aspectos necesitará reforzar el liderazgo para actuar en el metaverso laboral.
Quizá para algunos líderes empresariales y gestores de RRHH esto del metaverso les suene todavía a ciencia ficción. Sin embargo, ya hay más de 3 millones de personas en todo el mundo que juegan a videojuegos en línea habitualmente (y un 81,9 % de los usuarios de internet que juegan a videojuegos a través de cualquier dispositivo), que empiezan a despuntar como ‘habitantes’ del mundo del metaverso.
La realidad es que, desde que Mark Zuckerberg democratizara el término con el lanzamiento de Meta en 2021, se están invirtiendo miles de millones de dólares para el desarrollo del metaverso, con la previsión de que se convierta en un mercado de 800.000 millones de dólares para 2024, según estimaciones de Bloomberg.
Cathy Hackl, experta en tecnología y en esta nueva innovación, explicaba a Mina Alaghband, socia de la oficina de McKinsey en Nueva York, en el podcast At the Edge del McKinsey’s Technology Council, que el metaverso está produciendo un cambio muy interesante en la idea y el concepto de trabajo.
Hay una evolución en la que el trabajo está empezando a ser, para algunos de nosotros, menos físico y más mental, y debido a las herramientas que estamos empezando a utilizar, se está volviendo más divertido y a veces más ludificado», comenta Cathy Hackl.
Y, sin duda, los modelos de negocio miran a esta “convergencia completa de nuestras vidas físicas y digitales”, como lo denomina Hackl, en la que confluyen tecnologías de realidad aumentada (RA), realidad virtual (RV), blockchain, 5G, edge computing y muchas otras. Un metaverso en el que también se crearán nuevos modelos comerciales hoy desconocidos.
Pero, en la actualidad, las empresas se preguntan qué significa realmente el metaverso para su marca, cuáles son los objetivos y resultados clave que pueden alcanzar y cuál es el posible retorno de la inversión que pueden encontrar en este trozo de tarta del ciberespacio.
Será una evolución. Irá surgiendo un reajuste, pero si las organizaciones se esperan un año y medio o dos para hacer algo, para tener una estrategia clara y empezar a probar estas hipótesis, puede que sea un poco tarde”, afirma Hackl.
Lejos del hype o marketing que existe en torno al metaverso, esta experta ofrece seis consejos para que los directivos de las organizaciones y los responsables de RRHH puedan prepararse ante este fenómeno tan real como incipiente:
- Formación: que entiendan un poco lo que está pasando y que se formen ellos y, sobre todo, a sus equipos.
- Estrategia: pensar bien la respuesta al metaverso, desde una perspectiva estratégica. Si lo que se quiere lanzar es una mera acción de marketing, sin una estrategia holística, es mejor que dé un paso atrás.
- Talento: empezar a buscar experiencia en estas tecnologías -ya sea interna o externa- para contar con equipos especializados -o empezar a formarlos-, antes de que el mercado laboral se ponga aún más complicado con la caza de un talento difícil de conseguir.
- Datos y privacidad: el metaverso tiene que ver con nuestra identidad y propiedad digital, por lo que es imprescindible cuidar los datos y la privacidad de las personas y las organizaciones.
- Igualdad y sostenibilidad: al igual que en el mundo físico, las organizaciones deben fomentar el desarrollo de un metaverso equitativo, seguro, sostenible y social.
- Gobernanza: es uno de los mayores desafíos para las empresas, según el World Economic Form (WEF), porque en el metaverso entran en juego las organizaciones autónomas descentralizadas (Decentralized Autonomous Organization -DAO-), estructuras de gobernanza alternativas a las tradicionales, en las que se plantea que los usuarios, en vez de los ejecutivos, deberían tener autoridad para tomar decisiones dentro de una empresa.
Imagen de naratrip en 123rf.