La resistencia al cambio es algo inherente a nuestra cultura. Lo vemos en dichos populares como “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer” o “Virgencita que me quede como estoy”. En los últimos dos años hemos sufrido un constante cambio y una incertidumbre que nuestra generación no conocía. Esta situación ha tenido un impacto en la salud mental de la población, que inevitablemente se ha extendido hasta el entramado empresarial.
2020 fue el año en el que el teletrabajo se instauró en España. En 2021 empezamos a remontar y los modelos híbridos de trabajo llegaron para restaurar parte de socialización y de contactos humanos. La nueva ola de pandemia que estamos viviendo en estos momentos hace que estos formatos híbridos vuelvan a tambalearse y regrese la incómoda incertidumbre.
No saber qué sucederá es agotador emocionalmente y una de las principales causas de estrés. Cuando nos enfrentamos a la incertidumbre, nuestro cerebro necesita esforzarse más, lo que nos desconecta del aquí y el ahora. Como resultado, nuestra memoria disminuye y, en última instancia, el rendimiento se ve afectado. (Oxford Leadership, 2019).
Según una encuesta que llevamos a cabo en CoachHub con directivos encargados de formación y desarrollo, el 38% de ellos aseguró que sus formaciones ahora están más encaminadas al bienestar de los empleados. Han tenido que adaptarse a los cambios y nuevas necesidades de sus empleados. El 45% de los directivos reconoció que había aumentado la necesidad de flexibilidad en sus plantillas y el 23% que habían aumentado los problemas de desgaste.
Las prácticas habituales de gestión de cambios tienden a centrarse más en las tácticas y los números que en las personas. Y cuando las empresas pierden talento, ya sea físicamente o mentalmente, no pueden ejecutar adecuadamente sus planes. Por eso, cada vez más empresas introducen el coaching de forma proactiva para sus empleados. El coaching ayuda a los empleados a ser más productivos, resilientes y, lo que es más importante, les ayuda a descubrir su propia razón de ser en tiempos de incertidumbre.
Así pues, la incertidumbre se ha convertido en la nueva constante, pero debemos aprender de ella para poder sacarle partido en nuestro propio beneficio. Necesitamos entrenarnos para ser flexibles, rápidos y efectivos en el cambio. Los estudios demuestran que el coaching individual virtual es un método preciso para hacerlo, ya que mejora el bienestar psicológico en los coachees reforzando la autoconciencia y la regulación emocional. Además, ayuda a poder vivir todos los momentos con la claridad estratégica, la energía y la motivación que requiere el panorama actual.
Alessandro Verrini,
VP of Sales S. EMEA, LATAM, MEA en CoachHub